Se comenta que el auditor superior del estado de Hidalgo, Armando Roldán Pimentel, es gente del empresario/político Juan Carlos Martínez, mano financiera en su momento del exgobernador Omar Fayad y misma posición estratégica con el actual ejecutivo Julio Menchaca.
Esta supuesta relación entre el máximo vigilante del dinero de los hidalguenses y el exitoso empresario -cercano al gobierno en turno-, pondría en tela de juicio todo el trabajo de la actual administración de la Auditoría estatal, ya que resulta extraño que todas las observaciones a los entes obligados y las denuncias ante la Procuraduría estatal fueran hechas contra municipios y personajes contrarios al sistema, sin que al final resultaran en alguna detención sobresaliente.
Lo que sucede al interior de la Auditoría comienza a escucharse fuera de sus pasillos, la gente habla de que la Auditoría siempre tiene que trabajar doble; primero, sacando los números reales; para después lavarles la cara a los mal portados, siempre -supuestamente- bajo una buena mordida que se llevan los altos funcionarios de esta lavandería y sobre todo el familiar de un alto exfuncionario de la administración saliente.
Los edificios de Puerta de Hierro y Zona Plateada trabajan en estos días a marchas forzadas, en diferentes espacios se ha esparcido el rumor de que los cabecillas andan pidiendo su mochada a los muchos alcaldes y exsecretarios involucrados en actos de corrupción para corregirles la plana y no ser denunciados ante la Procuraduría.
Casualmente, a finales de este mes (octubre) la Auditoría Superior tiene que presentar ante el Congreso local el segundo informe de la cuenta pública del 2021, es de suma importancia este hecho porque dependiendo de lo que se informe se sabrá si realmente el gobierno de Julio Menchaca va con todo contra la corrupción o todo es una simple simulación que tendría su inicio y final con la detención de simples gatitos, que si bien deben pagar por sus delitos, no se comparan con los grandes felinos de la corrupción… veamos qué decide Juan Carlos Martínez y a quién obedece el auditor Armando Roldán Pimentel.
Por: Adalberto Peralta Rosales
Nací el 3 de enero de 1984 en Tehuacán, Puebla; mi único hogar ha sido Pachuca, Hidalgo, y así seguirá siendo hasta que me muera. "La escuela nunca me gustó y nunca fui buen estudiante", por lo que jamás me interesó titularme. Ejerzo el periodismo desde hace varios años, he aprendido que para escribir se tiene que leer mucho y tener muy pocos amigos. "Y si me ven contento es porque trabajamos derecho. De vez en cuando me enfiesto...".
