España: ni perdón ni olvido

Escucho con vehemencia las palabras de Andrés Manuel López Obrador y me remito a las fuentes escritas: el presidente ha exigido al Rey de España que se pronuncie pidiendo perdón por la Conquista a través de una carta. Entonces leo comentarios en redes sociales e inclusive de periodistas que impugnan y se burlan de la petición de AMLO, y me indigna la miopía e intenciones oscuras que persisten en estas redes de mierda.

Pocas veces en la historia de México hemos contado con políticos cuyo activismo trasciende al pueblo, López Obrador es uno de ellos y, puede gustarnos o no su proceder, podemos coincidir o no con su extracción ideológica, pero algo está claro: es un hombre comprometido con México y su pueblo, de ello no hay dudas.

Me indigna la miopía de los que hoy impugnan y se burlan de la solicitud de AMLO; por vez primera un presidente exige la reivindicación de los pueblos originarios ante la Corona Española y muchos de sus paisanos mexicanos hacen mofa de sus palabras, lo tildan de senil, loco, estúpido, insensato y de miles de monsergas que no alcanzan a dimensionar que López Obrador habla con verdad y justicia, pide para su pueblo el reconocimiento de una atrocidad de lesa humanidad y pocos en su país le reconocen su valor.

AMLO no es una retórica barata o demagógica; pide para su pueblo dignidad y respeto, habla con amor y solidaridad de los pueblos originarios, de los indígenas, aquellos que nunca han sido importantes, aquellos que la Conquista esclavizó, vejó y convirtió en cosas o seres del inframundo; habla de los pueblos originarios del continente, es responsable y exige al pendejo Rey de España una disculpa.

La Casa Real Española contesta que no ofrecerá disculpas porque “no se puede juzgar con los ojos de hoy lo que pasó hace 500 años”. La respuesta es una infamia y esconde lo indefendible de las atrocidades de la Conquista. Entonces, si todo se reduce al tiempo, no podríamos juzgar hoy las atrocidades de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, o los horrores de la dictadura de Pinochet en Chile, o ese 1968 que aún duele en la memoria de México.

Cuando en una actitud rastrera y entreguista Enrique Peña Nieto se bajó los pantalones ante Donald Trump, el historiador Enrique Krauze, entre otros tantos intelectuales, políticos y periodistas señalaron: “con los tiranos no se negocia”; palabras que fueron aplaudidas impugnando la estupidez de Peña Nieto, y hoy que realmente hay palabras de verdad y justicia de López Obrador en pro del país, en vez de reconocerlo se mofan de un mexicano digno.

¡Qué puta paradoja!

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.