No son pocos los gobiernos y su clase política los que se encuentran impugnados a nivel mundial por abusos de poder, peculado, corrupción, impunidad y crímenes de lesa humanidad.
En este espectro, la redefinición política y de sus prácticas en México ha creado un panóptico social que todavía no llega hasta sus últimas consecuencias en relación a la clase política que ha detentado el poder; en esta tesitura, la consulta sobre abrir juicios contra los expresidentes se ha convertido en una caja de Pandora que amenaza con volver a época del terror en la Francia revolucionaria, solo que esta vez no habrá guillotina, sino cárcel.
Pese a que nada está dicho, la consulta popular que está a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE) se llevará a cabo y ya se contempla que la palabra “expresidente” no estará en la boleta, cuestión que pretende preservar los derechos humanos y la integridad de quienes, a vox populi, podrían enfrentar procesos judiciales.
El único expresidente que se ha manifestado en contra de la consulta popular ha sido Vicente Fox, quien ha insistido que, de llevarse a cabo, también se considere al actual presidente de la República; pero además, Fox insiste en que se trata de una especie de vendetta política y la consecuente cacería de brujas.
El prolegómeno a este escenario es la promesa que hiciera López Obrador de que no permitiría la corrupción e impunidad en su mandato, por lo que los pasos estaban a la vista cuando, inclusive, no se le dio carpetazo a la investigación de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, lo cual se afianzó con la serie de casos que hemos presenciado como el de Rosario Robles y Emilio Lozoya, por citar la punta del iceberg.
En estos términos, la consulta popular que advierte que el pasado de la clase política no podrá quedar impune, se ha aterrizado a título de voluntad ciudadana, condición que abre un doble discurso: el de la democratización del poder político sometido a un acto de soberanía del pueblo, y el tránsito de un Estado intocable a uno terrenal.
En definitiva, el gobierno de López Obrador ha abierto una caja de Pandora cuyos resultados son impredecibles, pero advierten que el sistema político y su clase política en México jamás volverán a ser lo mismo.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
