Mientras el lobo no está

El mayor elogio que se le puede hacer a la ópera prima de Joseph Hensami, Mientras el lobo no está, es que no parece una cinta mexicana, pues tiene un carácter más universal, utiliza actores poco conocidos y un escenario al estilo de El orfanato.

La acción transcurre en 1958, en un internado mixto en las montañas, al que llega Alex (Luis de la Rosa), un adolescente que ha robado el coche de su padre y atropella a una menor. Inmediatamente traba amistad con otros tres rebeldes: Pato, Ricky y Michel (Arluk, Luyani Carazo y Emiliano Carrillo), que se oponen sistemáticamente al tiránico director con apariencia de lobo, Julio (Mauricio García).

Esta paráfrasis del lobo y los tres cerditos adquiere un tono más sombrío cuando se descubre que el director es un degenerado que espía a las alumnas más bellas, como Isabel (Mariana Kay) con aviesas intenciones

La mayor virtud de Hensami es que no cae en estereotipos y consigue mantener el suspenso durante más de dos horas.

Mientras el lobo no está es una recomendable cinta mexicana de suspenso, un género poco cultivado en el cine nacional, que trae además nuevos rostros al universo fílmico y que tiene nexos con clásicos como Hasta el viento tiene miedo, de Carlos Enrique Taboada, o Las niñas malas.

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Por: Jorge Carrasco V.

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.


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CINE PIOJITO - Jorge Carrasco V

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.