México se opone a Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela

Este domingo se realizarán las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela, proceso al cual se oponen México, Estados Unidos y 11 países de América Latina y el Caribe.

Infructuosos fueron los esfuerzos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y de México, de sacar de ese organismo una condena contra Venezuela en la XLVII Asamblea General, porque la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños se oponen.

En la crisis de Venezuela, el uruguayo Luis Almagro no sólo se ha convertido en el vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, sino que, de manera insólita, ha comparecido frente al Congreso estadounidense para rendir cuentas y pedir sanciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, mostrando que es ciego respecto a lo que sucede en México, algo que Donald Trump parece tener claro y lo expresó en su conversación telefónica con Enrique Peña Nieto a finales de enero pasado.

Las sanciones contra Venezuela de parte de Estados Unidos no se han hecho esperar y el Departamento del Tesoro anunció la congelación de los bienes y la anulación de las visas a los funcionarios del gobierno venezolano por promover la Asamblea Constituyente, por “socavar la democracia o los derechos humanos en Venezuela”, por ser responsables de una supuesta “represión de las protestas”. Pero en definitiva, las sanciones han sido para todos los miembros del gobierno venezolano, en un signo de prepotencia y arrogancia intervencionista.

Vale la pena preguntarnos respecto a nuestro país: ¿qué ha hecho la OEA frente al aumento de la criminalidad en México y la desaparición forzada, frente a la corrupción dentro del gobierno?, ¿Almagro habría pedido al Congreso estadounidense sanciones para los funcionarios del gobierno mexicano y apoyado la intervención del ejército estadounidense para “acabar con los hombres malos”, como ofreció Trump en su conversación telefónica con Peña Nieto?

¿Cuál es la aventura a la que se ha entregado el gobierno de México para agradar a Donald Trump? Los compromisos del presidente estadounidense frente a su electorado respecto a México están en pie, al menos él no ha dicho oficialmente que no construirá su muro fronterizo ni que desistirá en poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y a su política de deportación de inmigrantes ilegales; todo lo contrario, él afirmó en la reciente Cumbre del Grupo de los 20 (G20) no sólo que construiría su muro sino que México lo pagaría, además está poniendo trabas en la renegociación del TLCAN para acabar con él.

Cuando el presidente Vicente Fox puso fin a las buenas relaciones históricas de México con Cuba, las críticas del partido que hoy está en el gobierno no se hicieron esperar. Precisamente, el partido que monopolizó el poder durante más de 70 años fue capaz de instrumentar una política exterior que le dio a México prestigio y respeto internacionalmente, lo que permitió que Cuba valorara las relaciones diplomáticas históricas con México cuando todos la aislaban y los países de América Latina mostraran respeto por quien consideraban su hermano mayor, el cual durante el golpe de Estado en Chile en 1971 no dudó en condenarlo y proteger a los miles de exiliados.

La política exterior de México se ha venido desintegrando lentamente, parece diluirse sin encontrar su rumbo, más subordinada a Estados Unidos que independiente para negociar con ellos en calidad de iguales. Si bien el gobierno de Felipe Calderón se esforzó por reconstruirla y el acercamiento del actual gobierno de México con Cuba auguraban su recomposición, el rol que ha jugado México en la crisis política que vive Venezuela no ha hecho sino enlodar más la política exterior mexicana y restarle fuerza en la mesa de negociaciones del TLCAN, y seguramente en todos los otros temas pendientes.

Las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente se realizarán este domingo en Venezuela, porque es una decisión democrática y legitima de un gobierno soberano, elegido en las urnas, al margen de que México, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay se opongan a ello; lo que suceda después de su instalación y el desenlace final de la crisis sólo compete a los venezolanos, tal como lo que suceda en México sobre la corrupción, la lucha contra el crimen organizado y el perfeccionamiento de la democracia sólo compete a los mexicanos.

El gobierno de México ha ido más lejos en su política intervencionista insólita. En un Comunicado Conjunto SHCP y SER, ha dicho: “Con respecto a las sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos a diversos funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Venezuela por menoscabar la democracia y los derechos humanos en dicho país, así como por participación en actos de violencia, represión y corrupción (…) procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia”. ¿Cuándo México se había alineado a sanciones impuestas por Estados Unidos a otro país?

En el cierre de campaña de la Constituyente el jueves pasado, el presidente Maduro ha rechazado las pretensiones de Estados Unidos y de México de suspender las elecciones de este domingo, pero además ha propuesto la instalación de una mesa de diálogo con la oposición nuevamente, algo que seguirá siendo bloqueado como se hizo ya con la reciente iniciativa en la que participó el Vaticano, porque a la oposición no le interesa dialogar ni asesinar jóvenes para culpar luego de ello al gobierno.

Evidentemente, el gobierno de México está haciendo lo posible por agradar a Trump; sin embargo, en la medida en que fracasen las negociaciones sobre la renegociación del TLCAN, aumenten las deportaciones de mexicanos, se construya el muro y se impongan medidas económicas para su financiamiento, el gobierno volverá a su realidad latinoamericana, algo que no está en sus planeas actuales, pero puede suceder tal como el fracaso de las negociaciones comerciales China-Estados Unidos. Al margen de ello, es posible que el gobierno hoy pueda perder la dignidad ente Trump, pero nuestras fuerzas armadas la preservarán y nunca aceptarán un “Plan Colombia” ni la intervención en los asuntos internos de los mexicanos.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.