Los males nunca vienen solos, en este sistema contradictorio y cabrón como lo es el capitalismo, las más de las veces, las economías dependientes sufren los embates del manejo de los mercados internacionales y de las presiones políticas de las grandes potencias que en un juego de títeres y titiriteros hacen reblandecer el estómago de todos.
En estos momentos donde México pretende dar el gran salto hacia su redefinición política, económica y social, el mundo se encuentra en los pronósticos de una desaceleración económica, lo que significa que las oportunidades del país suelen decrecer, sobre todo, para aquellos países dependientes que suelen presentar poca o precaria diversificación de sus economías, donde un sólo rubro o producto, como lo es en México el petróleo, suele ser el pulmón que ventila el cuerpo.
De acuerdo con la OCDE, el crecimiento global sufrirá una contracción al grado de que el planeta económico en 2019 puede experimentar una recesión, en primer término por los desencuentros y a la asincrónica realidad de los países miembros de la Unión Europea, particularmente de Alemania, ya que el gigante rector de la ECU, experimenta una contracción de su producción industrial, más la suma culera, de que China (”nueva potencia”), que evidencia una caída comercial.
Si somos observadores, la depresión del gigante alemán y del gigante rojo, son variables de peso que no puede subsanar la economía de Estados Unidos porque también está vinculada a estos gigantes y, además, porque la competencia entre ellos hace siempre incierto la estabilidad de los mercados y la cambiaria ante sus inversiones.
Sin mayores alarmas, la presencia de China en America Latina es clara y contundente, por lo que la compra de petróleo, hierro y otros minerales se verá disminuida, aunque percibo que 2020 reestructurará estos daños porque tanto Alemania como China se encuentran depurando estrategias para hacer frente a Estados Unidos y su política del garrotazo que ha desplegado Trump.
¿Qué para México?
México atravesará este 2019 por los pesares de un sistema corrupto que no dejará de dar las patadas de ahogado, pero que se enfrenta a una seria estrategia gubernamental para combatir corrupción e impunidad. Cuestión que generará sangre, fuego y violencia, pero que a la postre, presagia un nuevo horizonte para su política, economía y dinámica social.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
