Soy populista porque debo, porque puedo y porque quiero: Pablo Vargas

Redacción

Pablo Vargas, doctor en Ciencias Sociales, aseguró que para él ser populista es un deber ante los acontecimientos que rodean la política en nuestro país, y que día a día echa mano de estrategias más siniestras para obtener el poder que está en juego rumbo a 2018.

Por esa razón decidió firmó el “Acuerdo por la Prosperidad y Renacimiento de México” en la Plaza Juárez el pasado domingo 9 de abril, en un acto político del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

El analista político dio su postura luego de que amigos y alumnos le cuestionaran la razón para firmar dicho documento. Manifestó que se trata de una posición crítica en relación al mundo, “a nuestro acontecer cotidiano y también definitivamente al quehacer universitario. No puedo cerrar los ojos frente a lo que se sucede, no puedo desviar mi pensamiento con lo que vemos y vivimos a diario, estaría en contra de lo que aprendo y enseño diariamente”.

En la columna que escribe para el sitio 15diario.com, Vargas González enumeró sus motivaciones, las cuales reproducimos a continuación:

“1. Porque en México es necesario un cambio social y político de carácter democrático y popular, donde es necesario hacer y desarrollar una propuesta de país distinta.

“2. Porque hay una crisis generalizada en la economía, la política y sobre todo la moral, que “no es producto de nuestras mentes” que nuevamente los mexicanos estamos pagando los graves errores de los gobernantes, y lo más atroz: la impunidad.

“3. Porque hay que impulsar un nuevo liderazgo desde la sociedad y desde las organizaciones sociales ante la falta de credibilidad de las instituciones políticas. Es necesario fortalecer los liderazgos populares y sociales, ensanchar el “tejido social” de comunidades y pueblos que desarrollen un poder local aun depositado en cacicazgos y representación autoritaria.

“4. Porque los poderes fácticos quieren imponer nuevamente sus intereses a la sociedad y las/los ciudadanos; ya están presentes, enseñando las garras y los colmillos, los aparatos de Estado (medios privados, cúpulas religiosas, detentadores del poder económico e ideológico) para lanzar su campaña del miedo, y las migajas, como también utilizando los recursos patrimoniales del erario.

“5. Porque otro México es posible y porque sí hay alternativas que puedan enfrentar el proyecto del puñado que controla y gobierna (el 1%), que pretende continuar con sus “reformas estructurales” que han saqueado y privatizado las reservas económicas y patrimoniales de la nación, es decir, que pertenecen a todas/os los mexicanos.

“6. Porque hay una estrategia global (nacional e internacional) de derecha contra lo diverso, lo nuevo, desde Europa hasta Estados Unidos se cierne un contexto internacional incierto, propio del cambio de siglo, la guerra internacional y el saqueo en nombre de la democracia son los viejos y nuevos signos que llegan al país. Hoy como ayer se puede poner coto a las invasiones e injerencias externas: respeto a la autodeterminación de los pueblos.

“7. Porque se están utilizando todas las instituciones, los recursos del Estado para combatir y frenar las expresiones y manifestaciones múltiples de la sociedad, criminalizar la protesta social y la militarización.

“8. Porque es imprescindible fortalecer un polo/ frente/ coalición amplia de fuerzas populares y democráticas contra los proyectos de muerte/ regresión/ y verdadero autoritarismo. Una polarización social y política está ya presente, en la que hay que tomar posición.

“9. Porque los partidos e instituciones están desgastadas y en amplia descomposición, porque la gente ha perdido la fe y la credibilidad.

“10. Porque no es una inclinación particular, momentánea o de moda hacia una persona o movimiento. Es por los derechos y reivindicaciones tantas veces desdeñados y negados. Y finalmente porque debo, porque puedo y porque quiero”.

 

Pablo Vargas concluye de manera contundente: “yo también soy populista (…) y también soy chairo, como las muchas generaciones de jóvenes con hambre de oportunidades y con sueños y expectativas de cambio social. Como dijo Carlos Fuentes: En esto creo”.