PRI, en aprietos para renovar sus dirigencias municipales

El Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI ha iniciado la segunda etapa de renovaciones de dirigencias municipales que han vencido su periodo estatutario, en medio de procesos polémicos duramente criticados.

Las condiciones municipales no favorecen los procesos de unidad que sienten impuestos por segunda ocasión, y los reclamos a la dirigencia no se han hecho esperar (una vez más), motivo por el cual la elección de municipios a visitar es precisa y meticulosa, sin medios de comunicación.

A pesar de todos sus esfuerzos por maquillar escenarios, no han podido ocultar que los aforos son ridículos, si la estructura priista hidalguense es la que se ha presentado en las convocatorias del CDE: ha dejado de ser el partido omnipresente.

Una duda de su servidor, “El César”, es: ¿dónde quedó la famosa militancia priista que otorgaba el voto duro?

En el municipio de Cardonal hubo registro de dos planillas, lo que se traduce en que los cálculos de los operadores políticos fueron (una vez más) equivocados, pues no previeron ningún percance, esperando que la unidad se diera casi espontánea.

Mucho se cuenta que distintos actores políticos de renombre están molestos con la dirigencia, que “no los tomó en cuenta”. Aquí debemos precisar que entre los ritualismos priistas se hace un abismo de diferencia entre el hecho de no tener mano en el juego y el que la dirigencia estatal no haga las diligencias propias para informárselos (parece que se están “vacunando” al decir que es orden de los que mandan).

Por otro lado, algunos alcaldes hacen fiesta en sus demarcaciones, tal es el caso de Ismael Gadoth Tapia Benítez, el que -se rumora- quiere ser diputado federal.

Gadoth Tapia ha destacado por su juventud y carisma, logrando catalogarse como un excelente presidente municipal, el problema es que no termina sus encargos a cabalidad y con ello cierra espacios a una importante cantidad de actores políticos de igual o mayor importancia.

Tapia es considerado el “Niño de Oro Olverista” que todos los espacios quiere, y en su intento de colocar dirigencia municipal cambia nombres constantemente, cerrando puertas a otros grupos políticos.

Por cierto, da la impresión de que los candidatos a dirigentes del alcalde de Tula no terminaban de caer en gracia a la clase política municipal, pues su último intento fue postular a su secretario particular, Héctor Arana, dejando fuera a Elmer Céspedes.

El gran contrincante que no ha podido “bajar” es Eduardo Cardoza, que se mantiene en la preferencia de un importante sector político que busca ser representado en el mapa municipal.

Otra vieja pelea es en Tizayuca, donde el actual alcalde, Gabriel García Rojas, vive en medio del fuego cruzado de las constantes peleas familiares, según cuentan los oriundos, entre el exalcalde Juan Núñez Perea y Leticia Cuatepotzo Pérez, diputada local.

Pero la similitud entre Tizayuca y Tula radica en sus vínculos olveristas, pues Leticia Cuatepotzo es familia en primer grado de Miguel Cuatepotzo Costeira, es decir, otra olverista que estaba acostumbrada a las imposiciones.

Entre los nombres que ya suenan para la renovación en Tizayuca están: Andrés Zambrano, Juan Escalona, Ernesto Quezada, César Aguilar, Valentín Chávez, Ixchel Gutiérrez y Esther Salgado.

En el caso concreto de Tizayuca les urge una buena dirigencia, pues la expresidenta del comité municipal (la consentida, dicen las malas lenguas, del exalcalde Juan Núñez) fue de los peores cuadros olveristas: Vanesa Maldonado Quezada, integrante del grupo de las suplentes que llevó sólo pena a Francisco Olvera, sin méritos ni trabajo ni presencia, sólo es recordada por sus fiestas privadas en restaurantes pachuqueños.

De este mismo grupo, otra que ya está esperando volver a colocar la estructura municipal en Mixquiahuala es Yesenia Valdez Hernández, por cierto fue ella a quien Ricardo Crespo favoreció con la presidencia de comité para Benjamín Simón, que dejó un turbio manejo de finanzas en torno a la construcción de oficinas de partido y que se ausentó de todo trabajo.

Otra de las suplentes es Erika Trujillo, que tiene en común con Yesenia Valdez haber perdido la candidatura concedida gracias a sus fiestas en el Che Taco y también su cercanía con Alberto Meléndez Apodaca, con quien ambas trabajaron en SEPLADERYM. Ahora, Trujillo Ortiz levanta la mano para llegar a dirigir Pachuca, lo que deja sin palabras.

Pero un interesante movimiento del CDE es la colocación de delegados como presidentes de comités municipales, dicen que es la esperanza de Meléndez Apodaca de consolidar un grupo político propio.

Es el caso de Ixmiquilpan con Isaac Lozano o Tizayuca con Alonso Chávez, entre muchos otros, hablando de delegados otro destello interesante es que Vanesa Maldonado trabaja precisamente para Meléndez como delegada política municipal.

A toda la lista de pretensiones, lo interesante es ver si lograrán sus cometidos.