UAEH: El que a buen árbol se arrima…

El año nuevo le ha traído buenas noticias a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), pues hace unos días se publicó la cifra de la que podrá disponer la institución para el desarrollo de sus actividades durante el 2019. El panorama es alentador, pues el presupuesto triplica los recursos con los que la UAEH trabajó el año pasado y, de paso, dejó en claro que la estrategia de la máxima casa de estudios funciona.
Si bien este aumento no sorprende a nadie porque todos hemos visto el camino que ha seguido la universidad desde el proceso electoral del 2018, el ruido de la noticia nace del incremento desmedido de dinero para la UAEH en comparación con los presupuestos para otras instituciones educativas en la entidad porque, además, se trata de una institución autónoma que se ha negado a ser transparente en cuanto al manejo de sus recursos.
No juzgamos el aumento de presupuesto a las instituciones educativas, pero es sano cuestionar por qué a unas instituciones sí y a otras no, por qué a unas más y a otras tan poco; cuáles son los criterios (si acaso existen) para la distribución de los recursos, pero sobre todo, cuál es el destino de ese dinero.
Porque si hablamos de una institución educativa, vamos a pensar en lo esencial: la educación. Tendremos que analizar a quiénes beneficia este aumento del presupuesto y cómo éste impacta en la calidad educativa y en la mejora de condiciones laborales para quienes hacen el trabajo más pesado: los docentes.
Porque mientras la UAEH escala en las listas internacionales y hace alianzas políticas brillantes, hay profesores que usan sus propias computadoras para dar una clase; quienes pagan con su dinero la impresión de exámenes y quienes no pueden emplear las nuevas tecnologías en las aulas porque éstas no tienen el equipo necesario. Hay trabajadores que saben que un paso en falso los saca de la jugada, que además de trabajar hay que entrar en el juego político y en la pelea por los intereses del hombre detrás de todo esto.
El año comienza así y esperemos que este aumento presupuestal, además de los beneficios que traerá para el Grupo Universidad, tenga un beneficio real y cualitativo en los miles de alumnos y profesores que son el corazón de esta casa de estudios.