¿Acaso alguien censura la literatura en la UAEH?

“A veces se celebra aquello que no se tiene”. Este adagio viene a colación con motivo de la 31ª Feria Universitaria del Libro que organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en donde se celebra la literatura y la investigación bajo la premisa de que “las letras no se las lleva el viento”. Pero: ¿es verdad? ¿Será que a las letras en esta ciudad no se las lleva el viento? Tengo mis dudas.

Es interesante pensar que en los últimos años la producción literaria de la universidad es inexistente. Todas las publicaciones de la máxima casa de estudios del estado están relacionadas con proyectos de investigación y artículos de carácter estrictamente científico. Y no está mal, porque este tipo de escritura es la que certifica el conocimiento que se genera en las universidades de todo el país y la que ayuda a escalar en los rankings internacionales, pero ¿por qué a una institución que celebra las letras parece no interesarle la producción literaria?

El debate puede ser largo y la cuestión de la publicación puede deberse a lógicas internas de organización y aprobación del contenido que la universidad decide convertir en libros (o no), pero no deja de ser interesante que mientras las grandes universidades del país tienen fondos destinados a la promoción y publicación de textos literarios, a la nuestra parezca no importarle.

Por ello, resulta contradictorio pensar en un festejo a las letras de otros, a las gestiones efectivas de otros, a las publicaciones de calidad de otros, a los entrañables esfuerzos por promover la producción literaria de otras universidades porque, lamentablemente, a veces algunos prefieren que las palabras sí se las lleve el viento.