Lucas (Diego Solís) es un adolescente introvertido que se muda junto a su madre (Teresita Sánchez) y su hermana a una ciudad del Estado de México. Allí consigue trabajo en una hamburguesería, donde su jefe Ricky (Francisco Barreiro), un gerente con delirios de grandeza, lo presiona constantemente para que “explote su potencial en beneficio de la empresa”.
Su único refugio es la amistad con Óscar (Imix Lamak), un poeta rebelde y romántico empedernido que lo comprende como nadie. Pero la vida de Lucas se desmorona cuando Óscar decide quitarse la vida tras una decepción amorosa.
Esta es la premisa de Lumbrensueño, el más reciente largometraje de José Pablo Escamilla, que ya se exhibe en la Cineteca Nacional. Escrita por el propio director junto a Nicolasa Ruiz, la cinta guarda ecos de trabajos previos como Mostro e incluso mantiene el nombre de su personaje central.
En medio de su silencio y distancia con la familia, Lucas encuentra en la fotografía —gracias al impulso de su hermana— una herramienta para iluminar su camino y descubrir una nueva forma de estar en el mundo.
El trabajo de Diego Solís fue reconocido internacionalmente con la Biznaga de Plata al Mejor Actor en el Festival de Málaga.
Con una narrativa sencilla pero profundamente conmovedora, Lumbrensueño se convierte en un retrato sensible de la juventud en provincia, evocando por momentos el espíritu de Todos los incendios, filme de Mauricio Calderón en el que Escamilla participó como productor.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.