Redacción
Un país socialista moderno, una nueva era. Estas son las promesas del presidente de China, Xi Jinping, inmerso en su visión confiada de una nación más próspera y de su rol en el mundo, al destacar la importancia de eliminar la corrupción y reducir la sobrecapacidad de sus industrias, la desigualdad de ingresos y la contaminación.
Xi dijo que China será un orgullo y se mantendrá bajo el mismo sistema de gobierno, aunque estará abierto al mundo.
Aunque en su discurso dejó en claro que no existen planes de una reforma política, el mandatario insistió en que el desarrollo de China ingresó a una "nueva era", empleando la frase 36 veces en una intervención que duró casi tres horas y media.
"Mediante un largo período de trabajo duro, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era, esta es una nueva dirección histórica en el desarrollo de nuestro país", declaró el presidente.
Con motivo del Congreso del Partido, que se celebra cada cinco años, el gobierno endureció las medidas de seguridad y la censura en Internet. El departamento de bomberos está en alerta y se ha prohibido el uso de drones y pequeños aviones.