Aparent (es) cena

Un rico mezcal, un apetecible tinto y una deliciosa cena acompañan el montaje de Aparent (es) cena en el comedor principal del restaurante Bellinghausen, casa fundada en 1915 en la colonia Juárez. Llego al recinto en Londres 95, dejo mi auto en el valet parking y desciendo en espera de una drama-gastronómica experiencia invitado por Monika Mena.

Mientras se disponen las luces, el espacio para el hecho teatral y la última preparación actoral, hacen pasar al público al comedor del exterior, donde hay una fuente y todo está rodeado de flores y jardineras verdes.

—¿Gusta un mezcal, caballero?

Agradezco el cumplido y, por supuesto, el mezcal. Saludo a Monika y Paola Contreras, quienes me detallan que la obra forma parte del proyecto de titulación Comunicación Escénica de la UIA, coordinado por el maestro Alberto Cabañas, en el que se gradúan con una puesta en escena. La de esta noche.

Mientras esperamos el acceso al interior me invitan a sentarme en una mesa junto a tres simpáticas señoras, llega el mesero con más mezcales y, durante la ingestión, agarro confianza y me pongo a platicarles de arte y filosofía. Quiero otro mezcal pero es momento de pasar al comedor principal. Es, por así decirlo, la primera llamada.

Los lugares en las mesas, de cuatro plazas, ya están asignados por lo que hay que preguntar al sommelier, interpretado por Daniel Rodríguez, el correspondiente lugar. Me siento en la mesa, me reencuentro con el maestro Cabañas y conozco a Ismael, un joven cineasta. Bebemos vino, gustamos de la entrada de chalupas y, cuando hacemos lo propio con las alcachofas, las luces se apagan iluminándose una de las mesas. Y, por supuesto, comienza la primera escena.

El espacio escénico cambia con la luz del foco de atención y las escenas se desarrollan por partes que se intercalan entre ellas. El elemento gastronómico se relaciona de manera permanente y, a la postre, termina por mezclarse con el público y los actores en esta convivencia teatral generando una experiencia directa con el espacio, el juego de todos los sentidos y su contexto lingüístico. Estamos, literalmente, participando en la escena.

Cada historia reside en un estado de cosas común pero en una diversidad de estados mentales que dramáticamente detonan el conflicto que se revela en cada caso, e.g., los juegos de lenguaje de la amistad y el amor, las clases sociales y, en general, las relaciones humanas en el tiempo de los dispositivos móviles. Un mosaico de escenas cotidianas pero vistas desde la perspectiva del público que enfoca su atención a este experimento dramático en un único y gastronómico acto. El placer de comer, beber y ver un teatro que también come, bebe y se ve a sí mismo como un espectador más del ser social. El teatro dentro del teatro.

Termina la obra y la experiencia fue satisfactoria, notable por la voluntad de crear nuevas reglas y me entusiasmó el instinto escénico de los actores, por lo que quise saber más acerca de su inquietud, iniciación y perspectivas artísticas a partir de su graduación.

—Mi motivo de hacer teatro —me dice Monika Mena— es que es un reto para mí, siempre me saca de mi zona de confort y en el teatro he encontrando la pasión. Lo describo como magia porque es un momento en el que te concentras en ti. Es bonito poder brindar a las personas una experiencia de entretenimiento, y que al final te agradezca, es una de las mejores sensaciones en mi vida. Siempre quise estudiar teatro, pero para mis padres no era una “carrera con futuro” entonces decidí Comunicación y en la Ibero está la oportunidad del subsistema de Escénica y no lo pensé ni un segundo.

—Me gusta el teatro —explica Paola Contreras— porque es una interacción de la audiencia y los actores en el momento presente, no como el cine que se graba y se puede editar o cambiar sino que lo que sucede sucede una sola vez y no se repite.

Mi pasión y amor por el teatro —relata Daniel Rodríguez— es algo que siempre me ha llamado, por lo mismo decidí titularme con el subsistema de comunicación escénica. Desde mi perspectiva considero que el mundo es un teatro, basta con hojear el periódico y ver nuestro alrededor para vivir el dramatismo, la tragedia y la comedia de todos los días. Por eso decidí graduarme con el teatro. Al reconocer nuestras máscaras logramos comprender en realidad quiénes somos y dónde estamos parados. La clave es hacerlo sin miedo al fracaso, solo así la condición del proceso creativo será orgánica y emocionante.

Desde hace muchos años —cuenta Arantza Peralta— me vi inmersa en las artes escénicas. Poco a poco fui apasionándome más y más, escribí mi propia obra y la monté y finalmente decidí que a lo que quería dedicarme era a esto. Decidí montar una obra de teatro para titularme porque era el siguiente paso, incorporar el teatro a cada sector de mi vida.

—¿Qué sigue? —fue mi siguiente pregunta—. ¿Cuál es tu plan a seguir profesionalmente a partir de la graduación?

Mis planes es seguir con proyectos de teatro —dice Monika—, llevar esta obra a otros lugares y seguir con más y más proyectos.

Mi plan a futuro —relata Paola— es hacer teatro. Dirigir, escribir, actuar y producir. Decidimos graduarnos con una obra, por lo menos yo, porque el teatro me parece importante ya que es presencial. La función se lleva acabo con la gente y los actores interactuando en el momento presente.

Después de esto —dice Arantza— pienso seguir inmersa en el teatro y la actuación. Probablemente estudie una maestría y siga realizando mis propios montajes.

Termino de cenar, termino mi copa de vino y, mientras escribo los primeros apuntes, converso brevemente con Monika quien, para concluir, me describe claramente la genealogía del montaje:

—La idea surgió con el interés de fusionar dos artes, el teatro y el arte culinario; buscábamos que las personas tuvieran una experiencia teatronómica. Rompiendo con el teatro convencional.

Y lo han logrado.

Felicidades a todos los graduados.

 

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Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".