Autonomía económica vs violencia; en Hidalgo, 53% de mujeres carecen de trabajo remunerado

De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), la desigual distribución del tiempo y del trabajo no remunerado entre mujeres y hombres, al interior de los hogares, es un indicador clave para analizar las brechas de género.

En Hidalgo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), un 53 por ciento de mujeres en edad productiva no cuenta con un trabajo remunerado; es decir, laboran en el hogar, pero no generan ingresos y dependen de un proveedor, principalmente hombre, para su subsistencia y de los demás miembros.

En México, los varones utilizan 44.6 por ciento de su tiempo al trabajo pagado, mientras las mujeres sólo 22.1 por ciento. Por el contrario, en las tareas domésticas como limpieza, preparación de alimentos y cuidados a menores, personas enfermas o adultas mayores, sin recibir pago alguno, los hombres apenas ocupan 16.9 por ciento, mientras las mujeres destinan 42.8 por ciento.

Además, según la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021, siete de cada 10 mujeres mayores de 15 años de edad han vivido violencia, y 23.9 por ciento fueron agredidas por su pareja.

El tema central de este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, es financiar sus derechos para acelerar la igualdad; uno de los más importantes es tener una vida libre de violencia.

Por ello, promover la autonomía económica de las mujeres, entendida como la capacidad de acceder y controlar recursos productivos, financieros, tecnológicos, ingresos propios y el tiempo, como elemento clave para disminuir la violencia de género, es una meta prioritaria en la agenda internacional, nacional y estatal.

De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) de la ONU, la desigual distribución del tiempo y del trabajo no remunerado entre mujeres y hombres al interior de los hogares, es un indicador clave para analizar las brechas de género.