China se apodera sigilosamente del planeta. Con más de 1,373.5 millones de habitantes, un casi el 19% del total de la población mundial, China es hoy la segunda economía del planeta (después de Estados Unidos), el primer país exportador, el país con más reservas en divisas en el mundo y el que todos quieren conquistar para que lleve sus inversiones a sus economías deprimidas por la crisis iniciada en 2008 y sin esperanza de pronta solución.
Cuando China ingresó a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, nadie imaginó que en poco tiempo escalaría posiciones hasta convertirse en el principal exportador del planeta. Evidentemente, su entrada a la OMC no ha sido el detonante de su crecimiento y conversión en un país exportador; no obstante, su ingreso contribuyó a darle un impulso sustancial para ubicarlo en el nivel en que hoy se encuentra. El 13.8% del total de las exportaciones salen al mundo de China y un poco más del 10% de las importaciones del planeta las absorbe su economía.
Al impulso del desarrollo de China ha contribuido la crisis de la economía mundial iniciada en 2008. Mientras que Estados Unidos y las economías desarrolladas de Europa buscaban soluciones para enfrentarla y detenerla, la economía china seguía su marcha expansionista y se trasformaba en la locomotora del crecimiento, pese al gran costo medioambiental, por basar su industria en el consumo del carbón como principal fuente de energía.
Aunque la mayoría del planeta piensa que China es un país socialista, en realidad desde 1982 inició su camino al capitalismo y hoy se ha convertido ya en el centro del mundo capitalista. China es el principal acreedor de Estados Unidos, por lo que no necesita usar las bombas nucleares para destruirlo, basta con devolver su tenencia de bonos del tesoro estadounidense (pues es el mayor tenedor de ellos en el mundo también) para destruir la economía de ese país.
China ha pasado por su completa integración a la economía mundial, por múltiples reformas y la apertura de su mercado a la economía mundial para poder ser parte de la OMC, reduciendo sus aranceles y adecuando su economía al funcionamiento de la economía de mercado, a pesar de que mantiene varios instrumentos de protección, uno de ellos las constantes devaluaciones competitivas del yuan; mientras que el Estado sigue siendo omnipresente en la economía y subvenciona varios sectores de su economía, en tanto que las empresas extranjeras siguen sujetas a ciertas restricciones. Pero pese a ello, durante los últimos 10 años se han ido a instalar muchas de ellas a su territorio, por ejemplo, no pueden tener más del 20% de participación en el sector financiero.
Sin embargo, numerosas empresas siguen instalándose en China y muchos países siguen ofreciendo sus economías para las inversiones chinas. Hoy los inversionistas chinos y el personal de numerosas empresas de China no sólo están presentes en África, sino en América Latina, el Caribe y Asia; y con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca con su política proteccionista y rechazo a la creación de zonas de libre comercio, como el TLCAN firmado con México y Canadá, China se alza como la alternativa de exportación para la mayoría de los países en el mundo, por lo que veremos en los próximos años cómo este país sigue apoderándose del planeta sigilosamente.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.