Cuentos chinos en los informes municipales

Los municipios han rendido cuentas del primer año de gobierno y, aunque hay sus honrosas excepciones, la mayoría ha repetido un patrón: narrativas triunfalistas acompañadas de datos incompletos o difíciles de verificar, así como omisiones sobre metas no cumplidas.

Durante los días pasados se han rendido los informes del primer año de los gobiernos municipales. La revisión cualitativa de esta actividad en los municipios de Hidalgo revela un patrón repetido: narrativas triunfalistas acompañadas de datos incompletos o difíciles de verificar, así como omisiones sobre metas no cumplidas.

Si bien existen honrosas excepciones —ayuntamientos que muestran métricas claras, líneas base y seguimiento presupuestal—, en conjunto no se ha cubierto la expectativa ciudadana de un cambio sustantivo en servicios, transparencia y gobernanza. Este desajuste es más visible en los municipios gobernados por Morena, donde la expectativa era especialmente alta por la contundencia de su triunfo.

En numerosos informes se detectan mensajes vacíos, sin sustento, obras concluidas” sin ficha técnica pública, metas superadas” sin indicador base, uso de porcentajes sin denominador y comparativos con períodos no homogéneos. Este tipo de práctica erosiona la confianza y dificulta la evaluación externa.

Ha predominado la presentación de montos agregados sin desgloses por programa ni avance físico/financiero. La mayoría de las y los alcaldes expresan y aseguran muchas veces una frase no sólo trillada, sino subjetiva y tramposa: por primera vez en el municipio” y sueltan algún dato que creen único e irrepetible. Ese discurso es desgastado y falso la mayoría de las veces.

Además, se han documentado tensiones en los Cabildos, como en Apan, Huejutla, Francisco I. Madero, Epazoyucan, entre otros, que pone en evidencia la falta de acuerdos políticos, de entendimiento y capacidad de cabildear decisiones importantes en favor de la colectividad.

El mandato político de Morena en más de medio centenar de municipios generó una expectativa de desempeño superior: mejores servicios, integridad en el gasto, participación y obras con sentido social. Sin embargo, a un año de gestión, el balance ofrece un avance insuficiente: proyectos atomizados, métricas débiles y cabildos polarizados. No se trata de un fracaso uniforme -hay municipios que sí ordenaron sus finanzas, transparentaron contratos y lograron mejoras operativas- pero la tónica estatal sigue por debajo de la demanda ciudadana.

Hay promesas incumplidas, hay municipios sentados en un polvorín, hay muchas ocurrencias administrativas, falta de ética, ausencia de buenas prácticas que promueve el partido guinda, hay alcaldías con ausencia de autoridad y con problemas de identidad.

Apenas ha pasado un año y pareciera que la marca de Morena en muchos municipios ya está muy desgastada. Las cuentas chinas que hoy entregan ayuntamientos de Morena se verán reflejadas en las urnas en las próximas elecciones municipales, el pueblo sabio y bueno no olvida. Hay municipios que no avanzan, sino por el contrario, han retrocedido y la factura se cobrará en dos años más.

El saldo general de este primer año de gobierno municipal predominantemente morenista parece que no ha convencido y, por el contrario, hay un desencanto muy profundo. El inicio de este segundo año de ejercicio administrativo supone una segunda oportunidad para los 84 ayuntamientos. Ojalá hayan aprendido la lección y logren consolidar al partido oficialista que apenas lleva 3 años en el poder y parece que a sus espaldas pesan décadas de malos gobiernos municipales.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , , , , , , , ,