Del huachicol fiscal a la obra pública en Hidalgo

Tanto la declaración del gobernador Julio Menchaca sobre la relación de exfuncionarios con el huachicol, como la de Marco Mendoza, líder del PRI Hidalgo, sobre la corrupción en el puente atirantado, deben estar basadas en conocimiento previo de ambos casos, como se dice coloquialmente: “tienen los pelos de la burra en la mano”.

¿Quién dice que un rayo no cae dos veces en un mismo lugar?

 

El contralor Álvaro Bardales ha develado que funcionarios públicos recibían doble salario, condición que oscurece y genera laberintos públicos que no deben presentarse dentro de la actual gestión gubernamental en Hidalgo.

 

En los entretelones gubernamentales, la Estafa Siniestra conlleva no sólo una estela de malversación en el desvío de recursos públicos. También, trascendió en diversas anomalías a nivel fiscal que hacen predecible el arqueo sin límites que abrirá un nuevo capítulo en las pesquisas de corrupción que desde la Auditoría Superior de Hidalgo y la presencia de la Contraloría, que encabeza Álvaro Bardales, ya replican las lógicas del gobierno de Claudia Sheinbaum a nivel público.

 

El huachicol fiscal -nueva categoría que se le da a la malversación fiscal- se encuentra en la punta del iceberg en Hidalgo, porque se han develado la serie de desvíos al erario por medio de la malversación de impuestos o tributaria, que encumbra nuevos capítulos dentro de las anomalías que se registraron en administraciones anteriores tanto a nivel estatal como municipal y las relaciones horizontales con empresas privadas, inclusive, con la construcción de empresas fachadas.

 

En el ojo del huracán se encuentran las develaciones que se hicieron sobre el desvío financiero desde la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), las cuales orientaron cursos jurídicos en cuentas en Suiza y la creación de empresas fachadas en cuyas pesquisas no sólo aparecían nombres de funcionarios de la casa de estudios, sino también de particulares. En todo caso, la carpeta de investigación sigue abierta y advierte un episodio donde no sólo se presentó el desvío de recursos públicos, sino, también, el huachicol fiscal.

 

En el caso concreto de UAEH, las estrategias de malversación pública se presentan en una intrincada red de contubernios entre una institución pública y empresas privadas, inclusive, en la construcción de prestanombres en diversas dimensiones como la compra de bienes inmuebles, así como de terrenos.

 

En la misma línea del huachicol fiscal se encuentra el desarrollo de la obra pública de las administraciones del antiguo régimen que se multiplicaba, lo mismo en la compra de insumos, como en el soporte de precios y costos que solían ser inflados o en deflación, de acuerdo a las conveniencias de las transacciones y el flujo de capital.

 

En días pasados, Marco Mendoza, líder del PRI Hidalgo, lanzó un reto a la administración del gobernador Julio Menchaca sobre que “debía investigarse el financiamiento del puente atirantado de la ciudad de Pachuca”, del cual, a decir de Marco Mendoza “había existido corrupción”; la declaración del líder del PRI Hidalgo se presentó en un despropósito público, debido a que la sede de su partido (PRI) debe al erario municipal por tributación de predial más de 800 mil pesos. Sin embargo, esta declaración ha afinado otras lógicas y propósitos que se unen al análisis del huachicol fiscal.

 

Este pronunciamiento de Marco Mendoza tuvo dos niveles de interpretación primaria:

I. Golpeteo político

La lectura lógica dentro del golpeteo político estriba que, frente al quiebre político entre Carolina Viggiano y Omar Fayad, la acusación de corrupción pública del exgobernador de Hidalgo pavimentaba “credibilidad” y raja política para el PRI Hidalgo que se daba golpes de pureza.

 

II. Raja política

Frente al decrecimiento tanto de afiliación en el PRI Hidalgo, como la posible candidatura de Carolina Viggiano a la gubernatura, quien ha pedido licencia en el Senado de la República, impone una estrategia de absorción política de los sectores que comulgan con la inserción de Viggiano Austria a la gubernatura en Hidalgo.

 

No obstante, la declaración de Marco Mendoza tiene otra veta de rendimiento político.

 

La veta política de declaración de Marco Mendoza se presenta en un escenario donde la información institucional y de Arcana Imperii (secretos de Estado, como le denominaban en la antigüedad clásica) denota que en el PRI Hidalgo existió conocimiento sobre el manejo del erario en la era de Omar Fayad en la gubernatura. Los pelos en la mano hablan de contubernio político.

 

Así como en días pasados el gobernador Julio Menchaca declaró que exfuncionarios públicos estaban implicados en el trasiego de huachicol y esto presupone no una arenga al viento, sino que tiene los pelos de la burra en la mano para señalar algo tan delicado, Marco Mendoza no pudo haberse aventurado a señalar corrupción en la obra pública del puente atirantado, bajo inferencia de racionalidad intelectual, sino porque tiene los pelos en la mano, aunque estos pelos lo hayan abanicado en el PRI Hidalgo.


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