Aunque en múltiples escenarios, como la aprobación de la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum que rebasa el 70% y el avance en la redistribución de la riqueza en México, han impactado en la credibilidad y legitimidad del gobierno de izquierda, que parece experimentar las vallas que la oposición le pone en diferentes trincheras de la política nacional, sobresale el éxito de los planes y programas sociales que han reivindicado al tejido social olvidado históricamente.
En Hidalgo, las dinámicas de la transformación en el gobierno de Julio Menchaca se encuentran en un momento donde la derecha ha tratado de sembrar dudas al desarrollo y sostenibilidad del modelo de planeación. En este trazo, la respuesta del gobierno de izquierda en Hidalgo ha perfilado indicadores de inversión que ya superan a otras administraciones que le precedieron.
Un fenómeno ascendente en la descalificación de la derecha sobre el ejercicio de gobierno de la presidenta Sheinbaum Pardo se ha focalizado en los estragos del nepotismo en el que han caído los extraviados del sistema político en transformación. En este trazo, la derecha ha encontrado tela de dónde cortar, tratando de generalizar casos focalizados que, si bien escenifican los desvaríos de personeras y personeros en Morena, no se puede tirar, materialmente, los avances de la 4T y mucho menos demeritar el trabajo efectuado que comienza a estabilizar condiciones sociales que históricamente dañaron a la ciudadanía.
En el trazo opuesto a todo análisis impuesto por la maquinaria de la derecha, lo que está ocurriendo es que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha comenzado a rendir frutos en diferentes frentes y esta es la verdadera causal que le preocupa a la derecha. Es decir, la derecha del antiguo régimen no está preocupada por el posible “fracaso” de la izquierda y del claudismo sino por el hecho de que pueda tener éxito en la implementación de los mecanismos de la transformación a nivel social.
En este trazo, el trabajo realizado en los primeros seis meses de Sheinbaum Pardo ha ocasionado la profundización de la crisis de la derecha y el colapso de las precarias fuerzas que aún presenta. Con ello y por ello queda claro que la mejor defensa a las vallas de la derecha contra el gobierno morenista estriba hacer gobierno para el pueblo y al amparo del pueblo.
Las lógicas de las Rutas de la Transformación en el gobierno de Julio Menchaca tienen este paralelismo del éxito que encumbra la derrota de la derecha y ha creado un cisma en el otrora bastión priista, que no encuentra una lógica clara en la dinámica de la política y en lo que parece haber constituido el fin de un ciclo político en la derecha.
El priismo en Hidalgo ha ido experimentando los estragos de sus rendimientos políticos decrecientes; por ello, ponerle vallas a la 4T es mucho más sencillo y fácil que intentar construir un proyecto político que genere la lógica de defensa de la ciudadanía en la generación de oportunidades para el tejido social. Esto es notable pero explicable, porque resulta contradictorio en el PRIAN que históricamente defendió y protegió los intereses de las élites económicas y políticas nacionales y extranjeras, ahora pretenda dar un mensaje y discurso de que defiende los intereses de los que menos tienen.
La postura de la presidenta Sheinbaum Pardo en contra del nepotismo del staff no sólo de Morena, sino también de la clase política en su conjunto, debe ser entendido en las lógicas de un sistema político cuya evolución ya no puede admitir los despropósitos del utilitarismo político.
El nepotismo le ha puesto vallas a la 4T, pero la presidenta Sheinbaum Pardo ha encontrado el antídoto con la concreción de los planes y programas sociales que, nítidamente, se encuentran en una etapa de crecimiento hacia la recomposición del tejido social.
