La crisis en la que se encuentra el PRIAN ha dado lugar a una estrategia reactiva de golpeo en contra del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y también sobre todo lo que huela a Morena.
El comediante Víctor Trujillo y su personaje, el payaso Brozo, encumbra críticas sórdidas sobre las y los personeros de izquierda, tratando de crear un clima de parodia política que pueda incidir en el debilitamiento de la marcha del actual gobierno y, con ello, recuperar de lo perdido; y los perdidos, lo ganado para el antiguo régimen.
En un lazo de hermandad mercantil, Víctor Trujillo y Carlos Loret de Mola, desde el canal “Latinus”, llevan años queriendo crear desde alaracas macabras hasta el uso de Fake News que, materialmente, creen un clima de reacción en contra de los gobiernos de izquierda, todo ello, auspiciados por intereses creados de las élites del antiguo régimen. Este escenario lo llevaron a casos extremos con AMLO, pero no sólo no conectó con la ciudadanía, sino que terminó siendo increpado, y de tal suerte, que Víctor Trujillo y Loret de Mola salieron mal parados ante la opinión pública.
Mis únicos y queridos lectores, en otras emisiones les he develado que más del 80% de los medios le pertenecen, literalmente, a las fuerzas del antiguo régimen y Latinus no es la excepción.
Frente a la crisis que experimenta el gobierno de Claudia Sheinbaum sobre el nepotismo de algunos extraviados de Morena y sus aliados, del que destaca en Hidalgo el sainete del alcalde de Tianguistengo y la fiesta inolvidable del Komander y los 2.5 millones de pesos, la maquinaria mediática de la derecha se encuentra ocupando críticas sin mayor autoridad moral, queriendo demeritar el paso del claudismo en la 4T.
En una parodia sin gracia, Víctor Trujillo, ataviado como si se tratara de la presidenta de Morena, Luisa Alcalde, ha hecho críticas al llamado a las fuerzas de Morena para mantener el perfil de austeridad y congruencia política sobre el modelo del humanismo mexicano. En este trazo, Trujillo ha pretendido ridiculizar la figura de Luisa Alcalde Luján, enrareciendo y desvirtuando las acciones de la presidenta del partido guinda; condiciones que ya son investigadas en torno a violencia política de género.
Sin duda, Brozo es un payaso que perdió la gracia, pero, sobre todas las cosas, perdió la brújula de la crítica política que puede brindar el análisis crítico de la realidad de las y los personeros públicos.
Los años mozos del personaje de Víctor Trujillo han quedado atrás y la parodia política se ha vuelto un escenario que sólo convence a los despistados y le da gusto a la vetusta clase política del antiguo régimen, que asume que con pantomimas políticas se logra lo que no se puede a falta de un proyecto político de nación que encauce a la sociedad.
La realidad social nos alecciona que, cuando un payaso pierde la gracia, no sólo su espectáculo se degrada y evidencia su degradación, sino, también, se encuentra en las postrimerías de quitarse el maquillaje que esconde sus debilidades y desaciertos. Este es el escenario que vive Víctor Trujillo con Brozo, personajes cuyas debilidades aprovechan la pobreza de la cultura política para hacer las delicias de la inopia del poder.
Un payaso sin gracia está condenado al fracaso, tanto como los análisis de Víctor Trujillo de la escena-realidad de la palestra política de la nación.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.