El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado a conocer sus Perspectivas de la Economía Mundial, en las cuales ha elevado el pronóstico de crecimiento para la economía del planeta a 3.6% para este año.
La francesa y directora general del FMI, Christine Lagarde, había afirmado la semana pasada en la Universidad de Harvard que la situación económica seguía mejorando. Este martes, dicha afirmación ha tomado forma en la publicación de las nuevas proyecciones sobre el crecimiento del FMI. La banca de desarrollo multilateral mejoró su pronóstico de crecimiento para la economía mundial de 3.6% para este año y de 3.7% para 2018; lo anterior, basado en que ha mejorado la perspectiva de crecimiento para los países industrializados y en 2018, la de los países emergentes y en desarrollo.
El FMI ha planteado que el repunte de la actividad económica está cobrando ímpetu a nivel mundial. El crecimiento mundial, que en 2016 registró la tasa más baja desde la crisis financiera internacional, con 3,2%, se incrementará a 3,6% en 2017 y a 3,7% en 2018, según las proyecciones. Los pronósticos de crecimiento, tanto para 2017 como para 2018, exceden en 0,1 puntos porcentuales las previsiones de la edición de abril de 2017 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO).
El economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, afirma que la aceleración de la actividad es amplia, haciendo referencia a que implica a un gran número de países en el mundo. Sin embargo, ha señalado que la paridad de poder adquisitivo, respecto al PIB, está creciendo en el 75% de la economía mundial, mientras que el 25% está aún marginado.
Obstfeld precisa: “En 2017, el grueso de la revisión al alza es atribuible a la mejora de las perspectivas de las economías avanzadas; en tanto que en 2018, las economías de mercados emergentes y en desarrollo desempeñan un papel relativamente más importante. En particular, nuestra expectativa es que África subsahariana, donde el crecimiento del ingreso per cápita en promedio se estancó en los dos últimos años, mejorará globalmente el año próximo”.
En la zona del euro se espera que en 2017 el PIB crezca 2.1%, más que 1.7% proyectado en abril pasado. Con ello, la economía alemana podría crecer en 2%, la francesa en 1.6% y la española en 3.1%, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido ven sus perspectivas de crecimiento caer en comparación a los pronósticos de abril pasado del FMI; Estados Unidos crecería en 2.2% este año y en 2.3% en 2018; en tanto que Gran Bretaña, producto del Brexit, lo haría en 1.7% este año y en 1.5% en 2018.
Maurice Obstfeld ha invitado a los gobiernos a realizar reformas para consolidar la recuperación, señalando que los políticos deben aprovechar el momento, pues la recuperación es incompleta y la ventana de oportunidad ofrecida por el actual ciclo económico alcista no estará abierta para siempre, con lo que invita a los gobiernos a aprovechar la coyuntura actual para hacer los cambios necesarios y afianzar la prosperidad a largo plazo.
Pese a que el FMI reconoce que la recuperación de la economía mundial está siendo apoyada por el incremento de los ingresos, señala que el crecimiento de los salarios nominales y reales sigue siendo débil, pues la tendencia actual de recuperación se debe en parte al uso de trabajo a tiempo parcial no deseado, baja productividad y expectativas de baja inflación.
El FMI manifiesta su preocupación porque el crecimiento de los salarios nominales y reales sigue siendo bajo: “A pesar de que el producto se aproxima al potencial en las economías avanzadas, el crecimiento de los salarios sigue siendo bajo en términos tanto nominales como reales, tras muchos años en los cuales el ingreso real de la mediana avanzó con mucha más lentitud que el de los niveles más altos o incluso quedó estancado. Los factores que impulsan ese crecimiento —por ejemplo, los avances tecnológicos y el comercio internacional— han producido efectos desiguales, beneficiando a algunos pero dejando a otros rezagados ante la transformación estructural. La mayor desigualdad resultante en términos del ingreso y la riqueza ha contribuido a alimentar el descontento político y el escepticismo en torno a los beneficios de la globalización, poniendo en peligro la recuperación”.
Para México, pese a la incertidumbre por la renegociación del TLCAN, el FMI prevé un crecimiento de 2.1 en 2017 y de 1.9% en 2018; mientras que Brasil, cuya economía ha estado hundida en la recesión, podría finalmente crecer en 0.7% en este año y 1.9% en 2018. Pese a ello, el FMI ha advertido del aumento de la deuda pública y privada, señalando que los mercados financieros no están tomando en cuenta los riesgos geopolíticos mundiales, precisando que el crecimiento actual está lejos de consolidarse.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.