Durante la campaña regular, los Guerreros de Oaxaca parecían ser el único equipo sureño con nivel para competirle a los Diablos Rojos. Tras la salida del manager Luis Carlos Rivera, la llegada de Roberto Vizcarra le dio un giro positivo al equipo, que terminó en segundo lugar con récord de 53 victorias y 39 derrotas.
En playoffs, los Guerreros eliminaron con facilidad al Águila de Veracruz en cuatro juegos. Sin embargo, para sorpresa de todos, terminaron cayendo en siete juegos ante los Piratas de Campeche, quienes impusieron su pitcheo frente a la ofensiva más poderosa de la liga.
El cañonero más destacado fue Alexi Amarista, quien cerró la temporada como tercer mejor bateador con promedio de .376, además de 16 homeruns y 71 carreras producidas. No obstante, llegó lesionado a los playoffs. A su lado destacaron Yonathan Daza (.359, 5 HR, 47 CP), Reynaldo Rodríguez (.357, 11 HR, 75 CP) y Yariel González (.315, 12 HR, 62 CP). El mejor nacional fue Ricardo Valenzuela, con .330, 16 HR y 53 CP.
Como ocurrió en varios equipos, el pitcheo fue su talón de Aquiles. Entre los más sobresalientes estuvieron Alemano Hernández (5-1, 5.12 ERA), Radhamés Liz (5-2, 5.53 ERA) y Luis Mirabda (2-1, 5.84 ERA). En el relevo, el cerrador Blake Whitney sumó 10 rescates y 3.47 ERA, apoyado al final por Tiago Da Silva (4-2, 4.40 ERA) y Christian Alvarado (4-2, 4.41 ERA).
De cara a la próxima temporada, los Guerreros de Oaxaca tendrán que reforzar de manera urgente su staff de pitcheo, un reto clave en el año en que estrenarán nuevo estadio.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.