El mes de septiembre ha sido un torbellino informativo en la glosa de actividades públicas y la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum -la cual comparte sus logros- es el telón de fondo de los vínculos del claudismo en Hidalgo.
El escenario fue magistral en la Victoria del Viento, quizá, mis únicos y queridos lectores, porque como señala la psicología: “nombre es destino”, y la victoria y el éxito son lo que caracteriza la actuación del alcalde Jorge Reyes en la palestra política de la metrópoli capital Pachuca.
Después de una lúgubre administración de Sergio Baños, el marco del Primer Informe Municipal de la gestión de Jorge Reyes Hernández ha dejado la huella indeleble que su lucha contra la opacidad y su perfil para concretar la tarea pública de la metrópoli capital, Pachuca, son los vectores que se han unido a la democracia participativa y asociativa en la proximidad ciudadana.
El informe de Reyes Hernández, mis únicos y queridos lectores, se centró en la realidad concreta de las actividades y dinámicas que impuso para recuperar la obra pública y la asistencia ciudadana en una ciudad que no sólo ha perdido identidad, sino, también, el aliento y esperanza de una ciudadanía que fue abandonada por diferentes administraciones del antiguo régimen.
En este tránsito histórico, Jorge Reyes ha propinado, con humildad y sencillez, el trabajo que requiere una administración de resultados y perfila una solidez política que la mayor parte de las gestiones de funcionarios de Morena en Hidalgo no presentan.
Pese al legado negro de las calamidades de la administración de los “hallazgos” que le precedió, el alcalde de Pachuca ha sabido enderezar el ritmo del equilibrio público, con signos inequívocos del destierro de la discriminación que sufrieron las y los pachuqueños en un entramado de opacidad, donde se privilegiaba a los que más tienen en el uso de presupuestos de un erario que sólo miraba hacia Valle de San Javier.
En este trazo, las Faenas de la Transformación que se unieron a las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca han sido el sello distintivo de un trabajo municipalista que se consolida con expectativas mayores para dejar una ciudad funcional que destierre el ecocidio político en el que cayó en la noche del antiguo régimen.
En el análisis crítico, la opacidad del sindicato de Percy y el lobby de presión que sufrió en un golpeo continuo la administración de Jorge Reyes, el alcalde supo imponer la ley y encauzar una administración de resultados que le comienza a dar forma a un esquema ampliado de asistencia ciudadana.
Dos vectores sobresalen en la administración de Jorge Reyes Hernández.
I. La lucha contra la opacidad
En este trazo, la transparencia pública ha primado en la gestión de Jorge Reyes y condensa un bálsamo del alma después de que el presupuesto público del municipio de Pachuca era utilizado para privilegiar a los sectores que más tienen y no lo requieren, así como para “hallazgos” y “ocurrencias”, mientras el sindicato del ayuntamiento vivía en pleno cesarismo y corrupción.
II. Concreción de la tarea pública
Las obras y la data dura del impacto social son argumentos que avalan la gestión de Reyes Hernández y se unen a indicadores de desarrollo urbano que han ido avanzando contra viento y marea, tratando de que la obra pública no sea, estrictamente, superflua y genere, en el plano político, acciones que permitan construir una identidad citadina de la metrópoli capital, Pachuca.
De cara a la sucesión transexenal del 2028 a la gubernatura, ¿es Jorge Reyes el delfín político?

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.