Las mujeres en la política hacia 2018

Durante décadas, el rol del género femenino en la política se ha mantenido en segundo plano y fue hasta hace un par de años cuando la moda del empoderamiento femenino se hizo presente en los institutos políticos.

La carrera hacia 2018 ha ventilado el tema al interior de los partidos. En una ironía más de la vida política es el PRI quien da mayor auge a las mujeres, posicionando como su secretaria general a Claudia Ruiz Massieu, cuyo peso político es innegable.

Ivonne Ortega se lanza a buscar la candidatura presidencial haciendo presencia en la República y fortaleciendo la imagen incluyente del tricolor. Si bien es cierto que le resulta casi imposible obtener la candidatura, también lo es que aspirar le permite mostrar crecimiento político y aportar al elegido.

Rosario Robles se convirtió en indispensable al interior del gabinete, trabajando programas sociales y operaciones políticas.

Por otro lado, se observan mujeres con fuertes perfiles políticos que dentro del papel de primera dama han generado una carrera con méritos y trabajos propios, es el caso de Laura Vargas de Osorio.

La fuerza política femenina del PRI se observa sobrada en el Estado de México con diversas operadoras políticas como Claudia Ruiz Massieu, Rosario Robles, Nuvia Mayorga, Paula Hernández, Alejandra del Moral, etcétera.

Ni hablar de la trascendencia de estas mujeres en 2018 y de que cada una de ellas cuenta con mayores méritos que otras candidateables.

En el caso de Hidalgo se vislumbra un gobierno estatal de extracción priista con marcada presencia femenina: Citlali Jaramillo, Jessica Blancas y Sayonara Vargas han brindado resultados favorables a menos de un año de su arribo, por cierto son estas mujeres las que dan clases de mano firme.

No podemos pasar por alto que quien preside el Congreso del Estado: María Luisa Pérez Perusquía, quien no la tiene fácil al dirigir a los diputados locales, y claro que más de un hombre envidia su puesto.

Las mujeres dan muestra de buen gobierno al frente de ayuntamientos, como el caso de Cuautepec con Haydee García y San Agustín Tlaxiaca con Dalila López.

La presencia de mujeres en la escena política priista no sólo es sobresaliente, sino también indispensable, mientras que en el PAN cuentan con un par de mujeres ocupando curules sin mayor trascendencia; tal vez uno de sus cuadros más valiosos es Xóchitl Gálvez (hidalguense, por cierto), cuyo papel es de comodín, pues constantemente socorre a los blanquiazules en múltiples tareas.

En la entidad apenas han logrado sobresalir Yolanda Tellería y Gloria Romero, lamentablemente ambas deben su aceptación en gran medida a sus esposos, lo cual no quiere decir que carezcan de virtudes y talentos, pero sí que los panistas no son el instituto político más incluyente.

Para 2018 el blanquiazul se juega su regreso a Los Pinos, o sus movimientos parecen indicarlo así en Margarita Zavala, cuyo obstáculo hacia la Silla del Águila radica en que su trabajo como primera dama fue raquítico, le faltó presencia y carisma, apareciendo siempre supeditada a la figura de su esposo, es decir, su única oferta se plasma en el hecho de ser mujer pero no en carrera política propia.

Situación distinta para Josefina Vázquez Mota, que a pesar de contar con una larga trayectoria no cuenta con el apoyo al interior de su partido, y esto le resta en esta contienda electoral por ser vox populi.

Para el PRD es peor el escenario, pues sus cuadros femeninos fuertes han caducado o emigrado, y apenas logra mantenerse vigente Alejandra Barrales, lo cual los posiciona en clara desventaja para 2018.

El Sol Azteca en Hidalgo sólo ha permitido la vigencia de Imelda Cuéllar, a quien debemos reconocer que es mayor su mérito que el impulso de su partido.

Morena se vislumbra como el instituto político de culto personal a la figura tabasqueña, no permite la entrada de cuadros que puedan robar cámara, más bien como en el caso del Estado de México: utiliza a sus cuadros femeninos para proselitismo de su líder (por cierto, cada vez se asemejan más a las estructuras psicológicas de las famosas sectas, de entrada ya cuentan con un mesías, dueño de verdades incuestionables).

La presencia de Morena en tierras hidalguenses radica en la intención del voto de sector de la población, aunque el instituto político carece de representantes  que no sean abucheados.

2018 representará una importante batalla para el empoderamiento femenino al interior de los institutos políticos, y la sensibilización a la ciudadanía para que vote o vislumbre ser representada por mujeres en los tres niveles.