Con las escasas lluvias de la temporada, en las presas del Valle del Mezquital se presenta una ligera recuperación y la Requena, en Tepeji, ya está en un 8.6 por ciento, mientras que la Rojo Gómez con un 7.9 por ciento de su capacidad.
Aún sin comenzar trabajos de desazolve, las presas administradas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se encuentran de manera global con un 17.8 por ciento. Y sólo la Endhó, que recibe aguas de la Ciudad de México, presenta un almacenamiento de 43.8 por ciento, benéfico para cultivos de algunas zonas que ya registraba fuertes racionamientos de riego.
En tanto, la presa Vicente Aguirre alcanza el 10.9 por ciento y cada año presenta una baja, pues los últimos cuatro años de sequía no ha logrado almacenar lo que en antaño.
Taxhimay, el cuerpo de agua que se ubica cercano al Estado de México, apenas está en el 18 por ciento, y en la región de Tulancingo con La Esperanza se encuentran con el 55 por ciento, sólo que tampoco está desazolvada aún.
Con una gran dimensión y un área de vaso de 2 mil 340 hectáreas, la presa Zimapán, administrada por CFE, se encuentra con una capacidad de 73.4 por ciento, y sus aguas son destinadas para la generación de electricidad y en baja cantidad para la pesca.
