Los absurdos detractores de Manuelovich

No hace mucho, de hecho unos pocos días, Manuelovich era un peligro para México, un enfermo de poder, un pandemonio comunista, un populista del mal, pero, pero, pero ahora es su majestad: el licenciado Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué tanta hipocresía y absurdo?

La clase política y la sociedad en general no tiene -la mayor parte de las veces- el criterio suficiente para someter a juicio los usos del poder político, esto es evidente y existe un halo de pleitesía y omnipotencia sobre el presidente de la República, que lo vuelve, prácticamente, un mesías.

En los hechos, el arquetipo mesiánico del presidente que data de la época de Tata Cárdenas no se ha roto, no sólo por las prerrogativas metaconstitucionales que tiene el Poder Ejecutivo, sino por la estela de divinidad donde se percibe al presidente como el artífice de todo, como el mago que tiene la varita mágica para cambiar el destino de la nación, cosa que en realidad suele durar los dos primeros años de su gestión, para la diluirse.

Recordemos al presidente saliente, Enrique Peña Nieto, cuya popularidad estaba por los cielos y hoy por los suelos, era un semidiós y hoy vive en la impopularidad más grande que haya podido tener un mandatario.

Esta conducta que ha refrendado la clase empresarial frente a Manuelovich, bajándose prácticamente los pantalones y arrodillándose frente al virtual presidente de México, no denota en el fondo hipocresía o el juego del absurdo, sino esta conducta social que admite y acepta que el poder del tlatoani es más grande que el de un simple mortal como lo es el ciudadano.

Esa conducta es la que de inicio vicia el poder de los servidores públicos, porque el ciudadano no los mira como servidores sino como superiores, y con ello la ciudadanía se convierte en un tejido subalterno a la clase política y en vasallos del poder público, realidad que aún hoy, que Manuelovich, el presidente de los pobres y de los que menos tienen, ha dicho que no aceptará privilegios ni poderes oscuros.

Han pasado días de la elección presidencial, ¿y qué ha cambiado?, ¿el poder y los políticos son distintos?, ¿la sociedad es otra?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.