A pocos días del arranque de la temporada 2017, en realidad son pocos los managers nuevos que tendrá la Liga Mexicana.
El año pasado sólo hubo tres novedades: el Borrego Sandoval, Marco Antonio Romero y Noé Muñoz, pero ninguno de ellos consiguió terminar y sus equipos no calificaron.
Con los Diablos Rojos regresa Miguel Ojeda, quien los hizo campeones en 2014, pero ahora con una misión más difícil: jugar con puros mexicanos. Homar Rojas, quien estaba con Monclova, ahora dirigirá a los Rieleros y Orlando Sánchez regresa a los Saraperos.
Los emergentes que hicieron una buena labor, y por ello reciben la oportunidad de comenzar la temporada con sus equipos, son Pedro Meré, que repite con Tijuana, Eddie Castro con el Águila de Veracruz, Alfonso Jiménez con Oaxaca y Enrique Reyes con Tabasco.
Conservaron sus puestos Roberto Vizcarra con los Tigres de Quintana Roo, Willie Romero con los Leones de Yucatán, Lino Rivera con los Piratas de Campeche y Félix Fermín con los Sultanes.
Las nuevas escuadras en el circuito, los Bravos de León y los Generales de Durango (todavía en duda), decidieron recurrir a timoneles ya conocidos, como Francisco Estrada, campeón con los mismos Bravos en 1990 y Joe Álvarez, que tan buen trabajo hizo con los Pericos hace dos años.
Por cierto, los campeones, quienes perdieron a su manager, se la volverán a jugar con Von Hayes. Y los Acereros debutarán al liga mayorista Wally Beckman, quien pese a sus lauros, probablemente tendrá que pagar el noviciado de la liga. El otro debutante es Ramón Orantes con los Vaqueros de Unión Laguna, que busca una carrera tan exitosa como la que tuvo como pelotero.
Lo único cierto es que pocos manejadores conseguirán terminar la campaña con sus equipos.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.