PRI: gobierno coaligado

Hace años que dentro de la crítica política, al PRI le pesa que lo vinculen a sus prácticas añejas y a ese modo inamovible y arcaico que algunos llaman “dinosaurio”.
Caras van y caras vienen, y las formas preceden al fondo, pero en realidad son lo mismo. El partido de don Plutarco se niega a cambiar pese a la estética que desde hace años se presenta en el marketing político que realiza, para tratar de aparecer como una estructura de vanguardia política, sin que hasta ahora le haya demostrado a la sociedad que vive un proceso evolutivo y que puede abanderarla.
En los hechos, ningún partido en México es moderno, todos tienen la piel de dinosaurio y sus estrategias clientelares resultan poco menos que un aborto de la verdad social.
¿Qué le ha permitido a la partidocracia mantenerse en México? Sin duda la despolitización de la ciudadanía, que hasta ahora incide para que cualquier propuesta mesiánica y demagógica se empodere.
Cuando pudimos ver a los llamados candidatos independientes (candidatos sin partido que llegaron a ganar una elección), dos cuestionamientos le plantearon al sistema político: en primer término, que la fuerza militante y la estructura de partido no le hacen el peso a los que no suenan a políticos y, en segundo término, que la ciudadanía no entiende ni de política ni de militancia, pero asume que el rumbo que le han dado los políticos y los partidos al país, no es el deseable.
La mayor parte de la ciudadanía, pese a no conocer mucho de la política del país, está esperanzada en que llegue una fuerza política que la reivindique, que le dé un horizonte para trabajar, para no tener que vivir en la inseguridad, que garantice la olla y los estudios de sus hijos y una existencia con dignidad; factores todos que no son de ahora, sino de siempre.
Parece que el PRI nuevamente se coaliga, que no gobernará solo ni con mayoría absoluta, pero ese no es el problema de fondo para la ciudadanía.
La ciudadanía está ávida de que llegue una fuerza política capaz de ser conductora de las causas justas, que le devuelva al ciudadano el orgullo de serlo, que le entregue al país honestidad y no se sirva del poder, que desde las entrañas de la pobreza surja la esperanza de cambiar el destino manifiesto que hoy la clase política encarna.
¿Lo hará este PRI que nos han prometido renovado y de vanguardia social?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.