Redacción
La diputada federal Carolina Viggiano consideró que para tener éxito en la lucha para erradicar la violencia de género, y terminar con casos como el de la mujer que fue encontrada muerta en las instalaciones de la UNAM, es necesario un cambio de cultura en toda la población, para dejar de asignar roles en función del género de cada persona, lo cual inicia desde el hogar.
En torno a la muerte de la joven, lo que destacaron las autoridades de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México giró sobre el estilo de vida de ésta, al informar solamente que antes de ser asesinada había consumido alcohol y drogas, sin proporcionar más datos información sobre las circunstancias del hecho o el probable responsable.
La indignación por insinuar que la joven tuvo responsabilidad en su agresión motivó en redes sociales el hashtag #SiMeMatan, mediante el cual miles de mujeres se mostraron en contra del riesgo en que se encuentran por el solo hecho de ser mujer, o no llevar un estilo de vida “adecuado”, “como deben hacerlo las mujeres”.
Viggiano Austria mencionó que esto solamente demuestra la brecha que aún existe en materia de derechos humanos, “cuyo respeto hace posible que hombres y mujeres vivan plenamente, en un entorno que favorezca el libre ejercicio de sus derechos; lo que implica que deban adaptar su vida de acuerdo con sus propios intereses y no en función de roles que les son impuestos externamente”, dijo.
Destacó que en México vivimos un contexto complejo, “pues durante años las mujeres hemos vivido en condiciones de desventaja frente a los hombres por la cultura machista que aún predomina de manera casi invisible y que, incluso, muchas mujeres promueven en sus propias familias”.
Subrayó que las mujeres no están impedidas para trabajar como lo hace un hombre, ni los hombres lo están para hacer labores domésticas; de la misma manera, mujeres y hombres son tan capaces de beber alcohol, como de decidir a qué hora llegar a sus casas o de elegir los lugares a los que quieren ir.
La política hidalguense aseguró que cuando una mujer es víctima de homicidio, violación u otro abuso, “el estilo de vida es poco relevante y en realidad refleja el entorno de violencia y desigualdad en el que viven”, por lo que se vuelve urgente modificar la mentalidad, ya que si bien existen leyes, protocolos, instituciones y un sinnúmero de mecanismos de protección que tienen el propósito de erradicar la desigualdad, es necesaria la participación de todas y todos.