Redacción
Corea del Norte afirmó que su último test de un misil con el que prueba su capacidad de atacar bases estadounidenses en el Pacífico fue una “advertencia” a Estados Unidos, mientras la comunidad internacional contempla endurecer aún más las sanciones contra Pyongyang.
El régimen norcoreano recrudeció su amenaza sobre las posiciones de EU, en la región del Pacífico al calificar su ensayo del martes como “primer paso de la operación militar” de su ejército y un “preludio significativo para mantener a raya a Guam”, a la vez que su líder, Kim Jong-un, llamó a realizar más lanzamientos en la zona.
El hermético país había amenazado con bombardear con cuatro misiles las aguas cercanas a la isla de Guam, sede de importantes bases militares estadounidenses, en su reciente escalada de tensión con Washington.
El proyectil lanzado en el test del martes, un misil balístico de medio alcance Hwasong-12, es precisamente el modelo citado por el régimen norcoreano en su plan de ataque, un movimiento que estaría destinado a dotar de credibilidad sus amenazas sobre la región.
Kim supervisó el lanzamiento, el decimocuarto exitoso de un proyectil balístico en lo que va de año, en el que participaron las unidades asignadas para atacar las bases militares “enemigas” en el Pacífico, a las que envalentonó para proseguir con sus pruebas.