En una década (2015–2025), en Hidalgo han sido asesinados tres alcaldes y dos exalcaldes, cuatro de ellos cerca de sus domicilios. El caso más reciente fue el del presidente municipal de Pisaflores, Miguel Bahena Solórzano, quien perdió la vida tras un ataque armado ocurrido la noche del lunes 20 de octubre en la comunidad La Estancia.
De acuerdo con los primeros informes, el edil, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se encontraba afuera de su vivienda cuando personas a bordo de una motocicleta le dispararon al menos en cinco ocasiones antes de huir del sitio.
Tras el ataque, elementos policiales y cuerpos de emergencia acudieron al lugar, donde confirmaron el fallecimiento del alcalde. Posteriormente se implementó un operativo de búsqueda en Pisaflores, aunque hasta el momento no se reportan detenidos.
Con este hecho asciende a cinco el número de alcaldes y exalcaldes asesinados en Hidalgo en los últimos 10 años.
El 10 de junio de 2021 fue baleado frente a su domicilio el entonces presidente municipal de Zapotlán de Juárez, Manuel Aguilar García, emanado de Movimiento Ciudadano (MC).
El 3 de mayo de 2018, en la comunidad de Jilialpan, fue ultimado el alcalde panista de Pacula, Alejandro González Ramos. Según declaró en ese entonces el procurador de Justicia de Hidalgo, Ramiro Lara Salinas, el ataque se realizó con una pistola calibre .38 Súper.
Ese mismo año, el 3 de enero de 2018, fue asesinado el exmunicípe priista de Mixquiahuala, Miguel Ángel Licona, junto con su hijo, dentro de su propio domicilio. Meses antes, el 29 de octubre de 2017, fue ejecutado el también priista Hermilo Bravo Leal, expresidente municipal de Nopala de Villagrán, de acuerdo con reportes policiales.
En un caso anterior, en diciembre de 2014, fue acribillado a balazos el exalcalde perredista de La Misión, Silvestre González Rangel.
