Con la pretensión de obtener un pago por permitir la permanencia de los papalotes instalados en el callejón que lleva su nombre en Pachuquilla, una persona decidió, de manera unilateral, retirarlos de su propiedad.
Se trata de Alejandro “N”, quien es propietario de prácticamente toda la barda colindante entre dicho callejón y la iglesia denominada “La Preciosa Sangre de Cristo”.
La persona en cuestión solicitó al ayuntamiento la cantidad de 20 mil pesos mensuales por permitir la permanencia de los papalotes, además de otras condonaciones en sus contribuciones municipales. Sin embargo, estas condiciones resultan financieramente inviables para la administración municipal.
Ante el retiro de los papalotes, el Ayuntamiento de Mineral de la Reforma ya analiza la posibilidad de instalar estructuras metálicas propias para volver a colocarlos, dado que sin duda representan un distintivo para la cabecera municipal.