Quítate de ahí, me dijo agresivamente un compañero del salón en segundo de primaria. Estábamos dentro del autobús escolar estacionado en el interior del Colegio Williams, esperando al maestro Lara.
Quítate o te pateo, volvió a decir.
¿Por qué?
Porque es mi asiento, pendejo.
Yo llegué primero.
No me importa, es mi lugar y te quitas o te golpeo.
Pensaba en cómo salir de la situación cuando sentí la fuerza de su puño en mi nariz haciéndome sangrar.
Mi hermano estaba enfermo de varicela y no había ido a la escuela. Llegué a casa con una gasa cubriéndome la cara, me preguntó la razón y, luego de evadir infructuosamente sus preguntas, le mentí.
Me dieron un pelotazo.
Cenamos los tres, mi padre notó mi hinchazón pero no me preguntó nada, mi hermano tan sólo me miraba; sabía que había mentido y no dejaba de observarme. ¿Cuándo volverá mama?, pregunté y ninguno contestó nada.
¿Somos griegos o judíos? ¿Somos ultramodernos? ¿A cuál de los dos textos pertenecemos? Preguntas que comenzaba a hacerme en aquellos días, por las tardes, en mi cuarto escondido y solitario. Tenía dos libros en mis manos, la Ilíada y la Odisea, y los textos sagrados incrustados en mi ser a través del lenguaje y la costumbre, herencia occidental. La mezcla de tan grandes diferencias configuran una cultura, un mundo, un cosmos. Me preguntaba por dicha esencia intentando comprender ambos ríos. Eso hacía todas las tardes, por esos días, escondido y solitario. Leía a los griegos y tenía una extraña sensación de orgullo, honor y venganza. Leía a los hebreos y la sensación era de temor, resignación e instinto de sobrevivencia. ¿Cuál de los dos métodos era yo? ¿Cómo resolver mi situación? Al día siguiente todo se disolvió.
Ahora era yo con varicela y, por supuesto, no fui a la escuela. Mi hermano sí, por supuesto; él ya había tenido el padecimiento. Me encontraba leyendo cuando entró al cuarto sumamente agitado.
Ya, me dijo emocionado.
¿Ya qué?
—Ya lo maté.
Continúa 6

Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".