No se puede ni debe negar que el éxodo masivo del PRIAN a Morena y partidos satélites en Hidalgo es también el camuflaje de la clase política de la derecha y grupos políticos que han encontrado, en el arribismo y la infiltración política, la mejor decodificación de una estrategia que inició de manera reactiva para penetrar al morenismo más que a la izquierda y, paulatinamente, ha tomado forma de golpismo político en México.



