El quiebre político de la derecha en Hidalgo genera un balance negativo y de extinción política en sus fuerzas; pero, al tiempo, invita a reflexionar sobre las estrategias de choque político que han imperado y que el gobierno de Menchaca Salazar ha detectado con prontitud y que merecen una respuesta firme para preservar la armonía, paz social y el Estado Democrático de Derecho.



