El decrecimiento de la presencia pública en los medios de comunicación en Hidalgo transita por la construcción de tres prioridades:
I. Democratización de los medios de comunicación
La comunicación del Estado requiere que la difusión pública en Hidalgo incremente la democratización de su uso, garantizando mayores espacios de comunicación entre ciudadanía y gobierno. La televisión y la radio con contenidos de espacios ciudadanos está a la zaga a nivel nacional y de países occidentales, lo que obstruye la construcción de cultura política y participación ciudadana en la esfera pública.
II. Una Ley de medios de comunicación pública horizontal
Es necesario que el Congreso local amplíe el marco legal para que los medios de comunicación pública cuenten con apoyos financieros que les permitan desplegar coberturas que impacten en un mayor número de ciudadanos, insertando la audición para incentivar la participación ciudadana en las tareas públicas.
III. Comunicación pública y conciencia social
La presencia del gobierno de Hidalgo en el control estatal de los medios de comunicación debe darse en una planeación programática que incida en la conciencia social. En este cometido, la estabilidad gubernamental recupera no sólo espacios y vínculos de adhesión ciudadana a los proyectos públicos y políticas públicas, sino también en los nexos de conciencia que permiten un contacto con la realidad pública y la vinculan a la generación de una identidad de gobierno. En torno a la gobernabilidad, la conciencia juega un papel preponderante en las realizaciones del Estado.
Analíticamente, los vectores de la democratización de la comunicación pública, la Ley de medios de comunicación pública, así como la comunicación pública en la conciencia social entronizan como una prioridad del aparato ideológico de Estado (como advirtiera Althusser), creando un entramado de relaciones que, utilizadas en estos momentos en las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca, son vitales para crear el sustento del humanismo político que requiere Hidalgo como parte de la planeación de Estado.
La conformación de la nueva legislatura del Congreso de Hidalgo debe salvaguardar y ampliar la Ley de comunicación pública. Es vital garantizar al Estado la ampliación y control de frecuencias para organizaciones ciudadanas, la participación ciudadana en medios de comunicación pública y la presencia gubernamental en horizontalidad con la ciudadanía. Condiciones que no se aprecian ni en televisión ni radio estatal.
El cisma que ha causado para el gobierno de Hidalgo la disminución de las frecuencias de comunicación pública debilitó el ascenso del gobierno de alternancia, alejando el proyecto de las Rutas de la Transformación de las necesidades de las y los hidalguenses. En este trazo no puede pasar desapercibido que el aparato de comunicación pública juega un papel prioritario en el desarrollo social y en la cultura política.
Por décadas, en Hidalgo los medios de comunicación pública han resultado inoperantes en cuanto a la generación de conciencia social y cultura política. Este déficit de comunicación pública incide negativamente en la construcción de ciudadanía, lujo que no puede darse en gobierno de la transformación en un momento de redefinición del sistema político en México.
En administraciones gubernamentales pasadas en Hidalgo, los medios de comunicación pública se convirtieron en pasarelas superfluas que generaron alienación social y empobrecimiento cultural, despropósito público que deteriora la democracia y obstruye la gobernabilidad del Estado.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.