En las pesquisas de la Estafa Siniestra y la malversación pública, mis únicos y queridos lectores, hemos tenido el desencuentro de que algunos exfuncionarios públicos de los gobiernos del antiguo régimen han quedado en libertad, sin mayores procesos judiciales, a título de “el que pega, paga y se va a su casa”. Empero, esto no ha sucedido así con el exoficial mayor del gobierno del exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad.
Una de cal por otras de arena
De acuerdo a la información trascendida, el exoficial mayor de la administración estatal de Omar Fayad tendría que purgar una sentencia de 12 años de prisión por peculado agravado -lo cual implica que podría ser menor-, pagar una multa y la reparación del daño.
Los entretelones de la Estafa Siniestra siguen abriendo capítulos donde las heridas infringidas a la ciudadanía en Hidalgo no quedan subsanadas del todo, y el rompecabezas del peculado aún no termina de ser armado. En los hechos, la sentencia al exoficial mayor del gobierno de Omar Fayad, donde se le probó un peculado por 18 millones de pesos, abre todas las suspicacias habidas y por haber, porque el flujo de capital del erario público que pasó por sus manos supera por mucho esta cantidad que, en los hechos, es como una flatulencia en un huracán.
Recordemos que en el caso aún no desahogado de César Román, excontralor del gobierno de Omar Fayad, se le adjudican más de dos mil millones de pesos, lo que hace ver a Martiniano, el exoficial mayor hoy en capilla, como caperucita yendo a llevarle pastelitos a su abuelita.
Esta asimetría del peculado de personeros de la administración Fayad Meneses pone en tela de juicio lo que las autoridades correspondientes han podido probar sobre las cantidades de dinero malversada al erario público. En este trazo, es necesario que se develen a la luz pública los montos que fueron sustraídos y desviados en la administración de Omar Fayad, cuestión que no es como querer descubrir el hilo negro ni el agua tibia.
En este laberinto de contubernios en la Estafa Siniestra no es admisible que no exista un pleno arqueo de cuánto fue malversado. Entendemos que aún las pesquisas judiciales no se han concluido y que mucho de la investigación puede y, en los hechos debe estarlo, por develar esta macro operación de peculado público.
Las de cal deben superar a las de arena
No tiene lógica que la reparación del daño al erario público se haya presentado con diferentes exfuncionarios que pegaron, pagaron y se fueron a su casa, porque si tuvieron dinero para devolver millones de pesos, ¿cómo, cuánto y por qué tuvieron este caudal para evadir la justicia?, ¿es acaso que un encargo público paga tan exquisitamente bien como para saldar cuentas millonarias?
No me regañes, abuelita
La ciudadanía no puede quedar en vilo frente al escrutinio de la justicia, que tampoco da ni otorga mayores explicaciones sobre los juicios que hace y que deberían ser expuestos a vox populi para dejar claro qué se hace, cómo se hizo y por qué se realizó para dar o no sentencias a los malversadores del erario público, sean parte o no de la Estafa Siniestra.
La credibilidad pública atraviesa por su visibilidad expresa, no se nos debe olvidar que el gobierno es público y en público, máxima que deja claro que la visibilidad de la esfera pública es tal, en la medida que el ciudadano la hace suya.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.