La petición de licencia en el Senado de Carolina Viggiano retrotrae la arena política que se vivió en la elección que dio paso al primer gobierno de alternancia política en Hidalgo, que preside Julio Menchaca.
La vasta trayectoria de Viggiano Austria en la política local y nacional, mis únicos y queridos lectores, ha tenido momentos relevantes, posicionándola como una de las mujeres que se encumbró desde un Estado con poco peso político a nivel nacional, a diferencia de las implicaciones del Estado de México, a un estatus político sin precedentes en el que en estos momentos engrosa el liderazgo de la cúpula nacional del PRI.
Frente a la reforma de alternancia política de género que habrá de generar la primera gobernadora en Hidalgo, Viggiano Austria juega una carta política que ya ha encendido las alarmas en el 4º Piso, debido a que el abanico de personeras en Morena no es amplio y no basta, exclusivamente, con el capital político con que cuenta Morena en Hidalgo, debido a que las elecciones no se ganan con los votos de la afiliación partidista.
En este trazo, el cálculo de Viggiano Austria al solicitar licencia en el Senado trasciende por la probabilidad de data dura de la operación política que tendría que efectuar en Hidalgo y la serie de negociaciones con grupos de poder a los cuales conoce a la perfección. En este escenario de ajedrez político, no se puede descartar que el poder de convocatoria, negociación y prospección de la correlación de fuerzas podría encumbrar en la gubernatura a la senadora con licencia.
A contraflujo, Morena Hidalgo requiere comenzar una operación política de gran escala de cara a la sucesión transexenal del 2028. Es imprescindible replantear las estrategias de partido y Marco Rico debe tomarse en serio el escenario donde Carolina Viggiano puede convertirse en contendiente a la gubernatura.
A todas luces es veraz que el PRI a nivel nacional y en Hidalgo se encuentra en rendimientos políticos decrecientes. Empero, la regionalización del voto es una variable que no puede ser pasada por alto y que debe ser analizada desde el crisol de la amalgama social.
La senadora con licencia y oriunda de Tepehuacán de Guerrero sabe a qué juega y cómo juega, y la experiencia que enfrentó en la elección a la gubernatura contra Julio Menchaca debe haberle generado una visión integral de cómo y por dónde podría asumir el reto de una nueva contienda electoral.
Así se encuentra de encriptado el ajedrez político en Hidalgo. Empero, cabe reflexionar que el apoyo que le brindó Morena a la candidatura de Claudia Sheinbaum con el aporte significativo de un millón de votos, se erige como un basamento que debe ser ampliamente reforzado y que indica que ha llegado el momento para Morena de cerrar filas y trazar la estrategia de cohesión política que se encuentra en vilo.
Para Carolina Viggiano, la “operación Hidalgo” ha dado inicio y se apresta a la incursión de trazo lógico a nivel regional; por lo que todo indica que el adelanto que pueda ejecutar en la planeación política de su campaña, le resta tiempo a Morena, que, de no generar un componente orgánico de cara a la disputa por la gubernatura, podría llevarse una sorpresa mayúscula.
¿Sabrá Marco Rico que Carolina Viggiano ya inició el escarceo político en Hidalgo?

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.