Aunque algunos podrían pensar que la crisis económica internacional iniciada con la de los “suprimes” en 2008 en Estados Unidos había quedado en el pasado, no es así. Si bien, la economía de ese país parece revitalizarse, las economías europeas como la de Grecia, España, Francia o Irlanda, aún muestran su debilidad y el gobierno griego que encabeza la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), dirigido por Alex Tsipras, se dispone a negociar una ayuda adicional para salir de hoyo.
Aunque aún es incierto el futuro de la política económica de Estados Unidos, dirigido por Donald Trump, la aparente recuperación económica anunciada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorga esperanzas a muchos países que no ven el fin del túnel, aun cuando Washington defiende la necesidad de un comercio justo, tema que ha sido una consigna de muchos países en vías de desarrollo durante los últimos años.
Por ahora siguen en el ambiente las ideas proteccionistas de Trump y todos los países parecen velar por sus armas monetarias, pese a las promesas de evitar una guerra económica y devaluaciones competitivas; mientras que los temas que la crisis puso en evidencia en 2008, como la especulación y la necesidad de la regulación y la supervisión bancaria internacional, continúan sobre la mesa en el Grupo de los 20 (G20), que en dos meses se reunirá en Alemania.
Si alguien duda que la crisis iniciada en 2008 sigue viva, sólo basta ver cómo la economía griega se debate entre la vida y la muerte, presa de los programas de ajuste del FMI para garantizar el reembolso de los prestamistas y con otra mano, pidiendo más recursos a la Unión Europea para sobrevivir.
Pero si eso fuera poco, los datos de Eurostat en Europa revelan que sólo en 2016 Francia y España presentaron déficit superior al 3% del PIB. Según los datos de Eurostat, los diecinueve países de la zona euro habían regresado a finales de 2016 su déficit acumulado de 1.5% del PIB de 2.1% en 2015 y -2.6% en 2014.
La deuda ha alcanzado el 89.2% del PIB de la zona del euro, por arriba del 60% fijado como techo máximo. No obstante, sólo 9 países de la zona del euro muestran un superávit presupuestario, incluyendo a Suecia, Alemania, Grecia, Países Bajos y Chipre. Mientras que países como Letonia están en equilibrio; Irlanda, Finlandia y Austria, tienen una diferencia de menos del 2%; pero España mantiene un déficit más 4.5% del PIB y Francia de 3.4%.
La preocupación de organismos internacionales como el FMI continúa situada sobre la crisis de la deuda soberana y la capacidad de los países para financiar sus gastos. Vale la pena señalar que la deuda pública de México podría superar el 56% durante este año, lo cual preocupa al FMI.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.