La edición 2018 de la feria de Pachuca evidenció las carencias en materia de seguridad, ya que fue escenario de diversos delitos. Entre lo más destacado encontramos que atropellaron de forma "coincidente" a elementos de la Policía Estatal en las afueras de las instalaciones, mientras que en el estacionamiento interior situado frente a la entrada atropellaron a una persona más.
En ambas situaciones los elementos de seguridad no llegaron a tiempo; existen más especulaciones pero ningún boletín informativo que confirme otros actos de violencia. A pesar de eso, una vez más el tema rebasa a los encargados, aunque aún no se determina quiénes son, puesto que ahora todos tienen "responsabilidades administrativas".
Por cierto, dichos "administrativos" han brillado por su ausencia de todo lugar público. ¿Acaso tienen miedo a preguntas incómodas?
