¿Y el nuevo PRI?

Esto del “nuevo PRI” es una frase que se comenzó a acuñar a partir de la derrota del partido tricolor en 2000, ante ese fenómeno que todavía recordamos con muy mal sabor de boca, personificado en el que había sido también gobernador de Guanajuato y diputado federal: Vicente Fox Quesada.

Desde esos  tiempos cuando la derrota a la Presidencia de la República alcanzó por primera vez al hasta entonces “partido aplanadora”,  sobre sus cenizas los estrategas comenzaron a arrastrar el lápiz para idear cómo tratar de recuperar el poder que entonces se perdió en la persona de Francisco Labastida Ochoa.

Dicen los documentos básicos del Revolucionario Institucional que el partido se conforma con mujeres y hombres que de manera individual y libre decidieron trabajar por México y que consideran a la política como una actividad que enaltece al ser humano. Agrega que promueve coincidencias y acuerdos en torno a propósitos compartidos. Claro que no siempre los postulados corresponden a las realidades y son precisamente éstas las que llevaron a la derrota en 2000 al partido tricolor.

Pero decíamos que desde entonces el partido se puso a trabajar para recuperar el poder, y para ello tardó 12 años en la persona de Enrique Peña Nieto, porque seis años atrás la figura de Roberto Madrazo sólo sirvió de patiño para que Felipe Calderón volviera a ganar Los Pinos ante el disgusto, por segunda ocasión, de Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, resulta interesante analizar qué ha pasado a nivel nacional en el PRI a partir del triunfo de Peña y tratar de dilucidar si de verdad hoy estamos ante el nuevo PRI en México y en  Hidalgo anunciado hace ya muchos años.

En la entidad no le vemos por algún lado los supuestos nuevos aires. El liderazgo de Tito Meléndez obedece, como en los viejos tiempos, al gusto no de la militancia, sino del gobernador en turno, no de Omar Fayad, quien por cierto ocupó hace años este cargo, sino en este caso a Paco Olvera que lo ungió como tal durante su mandato al frente del Ejecutivo estatal.

Ciertamente durante el largo trajinar por la burocracia estatal de Meléndez, que incluye haber sido alcalde de Pachuca y candidato perdedor por ese mismo distrito a diputado federal, nunca se ha distinguido por sus ideas renovadoras o iniciativas trascendentes, más bien su perfil es el de un burócrata que desde los tiempos de Manuel Ángel Núñez se ha sabido colocar del lado de los vencedores.

El caso es que con todo y no saber qué destino le depara al presidente del partido tricolor en Hidalgo, ya con un nuevo inquilino en el cuarto piso del edificio de gobierno en la Plaza Juárez de la capital del estado, hasta últimamente hemos visto cierto movimiento desde el edificio del bulevar Colosio. “Diálogos en Movimiento” es un acercamiento al que, por cierto, es frecuente que no vaya Tito, como recientemente en Mineral de la Reforma.

A la distancia nos parece que el entonces presidente estatal, Ricardo Crespo, buscó mayor cercanía con la militancia priista hidalguense que el actual. Particularmente en Tula el expresidente del PRI en Hidalgo impulsó la construcción de su nuevo edificio, la cual tiene varios meses paralizada.

De Meléndez tal vez una, o máximo dos veces, ha ido a Tula a hacer trabajo de partido en uno de los municipios más importantes de la entidad, a pesar de sus casi dos años y medio en el cargo. ¿Cercanía con su militancia? Para nada.

Hoy en día en el estado los tres sectores del PRI con  sus representantes por delante y sus    militantes, son parte de la prehistoria política de Hidalgo. Por ejemplo, después de varios años de vencido su periodo estatutario, apenas en fecha reciente se emitió la convocatoria para el relevo de la dirigencia  del sector femenil, encabezado por Lupita Muñoz.

En el caso de sector obrero las cosas no  son diferentes, el ahora senador Jesús Priego Calva detenta, desde hace muchos, pero muchos años, un liderazgo que en los hechos  representa muy poco entre la base obrera del estado. Hoy este personaje que ni siquiera vio la primera luz en Hidalgo, está muy ocupado haciendo nada en el Senado, utilizando justamente el lugar que le dejó el ahora gobernador Omar Fayad.

En el sector agrario las cosas no son mejores. En la época de Olvera ungieron como “líder” a un joven que era parte de su equipo en la oficina de gobernador. Citlalcóatl Moreno salió de la nada para encabezar al sector tal vez más numeroso y fiel en Hidalgo dentro del PRI.

Tengo muy fresco cuando, recién llevado al cargo, le pregunté a un muy conocido hombre de la CNC hidalguense sobre su nuevo dirigente y, palabras más, palabras menos, me dijo: “bueno, tenemos que estar agradecidos con el señor gobernador que nos haya mandado a este joven sin mérito alguno, nos pudo haber enviado a la empleada de su casa”.

Por el lado del sector popular, también ya se emitió la convocatoria para el relevo de Vicente Diez. Tal vez su estadía en el CNOP sí responda a los tiempos estatutarios, no así los méritos del dirigente de quien lo que más recordamos es que perdió en dos ocasiones la elección para diputado local en Pachuca.

Y tal vez a manera de despedida, estuvo en Tula el líder estatal cenopista para ser testigo de una desairada toma de protesta de la nueva dirigencia del mercado municipal. No más de 20 comerciantes de un padrón de cerca de 200 acompañaron a Vicente Diez, como fiel respuesta al nulo trabajo del sector con este importante gremio.

Y  otra muestra más que palpable de falta de trabajo al interior de los gremios del sector popular en Tula: también hace pocos días se llevó a cabo la elección y toma de protesta de la dirigencia de los comerciantes del tianguis. Aquí también estuvo muy desairada la ceremonia, pero para el tema que hoy nos ocupa, la mayoría de comerciantes ni siquiera permitió que la CNOP interviniera en el proceso, ello gracias a sus desatinos y nuevamente la falta de interés por los temas de sus gremios que alguna vez fueron baluarte –los comerciantes- de la CNOP. Qué triste.

Y si las cosas entre los sectores están como lo hemos referido, no hay un escenario muy diferente en los comités del PRI en varios de los municipios. Poco o nulo trabajo político, como fiel reflejo de unas elecciones para el relevo de los ayuntamientos el año pasado, en donde por primera vez perdió más de la mitad de las 84 alcaldías.

Es decir, al “nuevo PRI” anunciado hace “apenas” 17 años, cuando por primera vez perdió el poder a nivel federal, pues sinceramente todavía no lo vemos en el país, Hidalgo incluido.

Por hoy es todo, nos leemos la próxima entrega, pero…Entre nos.

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Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.


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ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.