A pesar de que todo mundo sabía que el Papa se encontraba enfermo, no dejó de sorprender al mundo su repentino deceso, sobre todo, porque un día antes Jorge Bergoglio, de 88 años de edad, había cumplido con su agenda, que incluyó saludar a los fieles católicos con motivo de la Pascua y dar la bendición Urbi et Orbi y reunirse todavía con el vicepresidente de los Estados Unidos, J.D. Vance.
Francisco estuvo internado por varias semanas en el hospital Gemelli de Roma. Se supo que, cuando menos en dos ocasiones, su precaria salud le tuvo prácticamente al borde de la muerte, hasta que finalmente ésta llegó la mañana del lunes santo 21 de abril. Se dijo que a las 7:35 de la mañana hora de Europa, es decir, a las 23:35 hora de México.
“Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados”, dijo el cardenal Kevin Farrell cuando al anunciar su deceso precisó que el Papa Francisco “volvió a la casa del Señor”.
Desde tiempo atrás, el Papa preparó su funeral y entierro. Dejó claro que sería diferente a los demás. Muy sencillo, como él siempre lo fue. El miércoles 23, su cuerpo fue trasladado a la basílica de San Pedro, en donde permaneció a la vista de 250 mil personas hasta el día 25.
Francisco se convirtió en el primer latino en ser Papa; al fallecer, contaba con 88 años de edad y duró en el cargo 12 años, un mes y ocho días, pues asumió la más alta responsabilidad de la religión católica el 13 de marzo del 2013. No debemos olvidar que el Papa ha heredado las atribuciones que Jesucristo concedió al apóstol Pedro y le hace mantener su autoridad sobre la Iglesia católica.
Su funeral fue el sábado 26 de abril y se calcula que la ceremonia y el recorrido a la basílica romana de Santa María la Mayor -y no en la cripta vaticana como se acostumbra- fue presenciada por alrededor de 400 mil personas. Francisco había decidido que en lugar del tradicional catafalco, se le colocara en un ataúd de madera revestido de zinc y no en los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble.
Después de su novenario, ayer miércoles 7 de mayo inició formalmente el cónclave en donde 133 cardenales van a nombrar al nuevo Papa, que será el 267, en una historia que comenzó San Pedro como líder de la Iglesia católica, aunque la historia nos dice que la denominación de Papa comenzó a fines del siglo IV con el Obispo Sirico.
Hemos entendido que el cónclave es la reunión que celebra el Colegio Cardenalicio para elegir a un nuevo Papa. El quórum mínimo necesario es la asistencia de las dos terceras partes de los cardenales convocados a la Capilla Sixtina.
Al llevar a cabo sus tareas quedan desconectados del mundo exterior y dentro de los requisitos que se establecen para convertirse en sucesor de Pedro están los siguientes:
Ser hombre. La Santa Sede no admite que las mujeres accedan al cónclave.
Trayectoria. Contar con experiencia en diferentes cargos relevantes dentro de la Iglesia católica.
Edad. Debe estar entre los 60 y 70 años, pues se espera que el nuevo Papa dure en el cargo al menos 10 años.
Debe contar con fe de bautizo como uno de los documentos eclesiásticos de mayor importancia para los católicos. Debe ser célibe, es decir, el Papa no puede ser casado. Y se sabe que aunque no se establece de manera expresa y nunca se ha presentado el caso, se puede elegir como nuevo Papa a un sacerdote que cumpla con los requisitos, aunque no sea parte del Cónclave.
Los cardenales participantes son: 14 de Norteamérica, 53 de Europa, 23 de Asia, 23 de América Latina, 18 de África y 4 de Oceanía. Y los nombres más escuchados para el relevo son: Pietro Parolin, de 70 años, italiano; Luis Antonio Tagle, de 67 y filipino; Fridolin Ambongo, del Congo, 65 años; Peter Kodwo Appiah, de Ghana, 70 años; Peter Erdö, de 72 años, es húngaro; y Matteo Maria Zuppi, también italiano de 69 años.
Hoy en día, en nuestro país tenemos seis cardenales de los 252 en todo el mundo, a decir, Carlos Aguilar Retes, Francisco Robles Ortega, Alberto Suárez Inda, Felipe Arizmendi Esquivel, Juan Sandoval Iñiguez y Norberto Rivera Carrera.
Con capacidad para poder ser electos por ser menores de 80 años y asistentes al cónclave: Carlos Aguilar y Francisco Robles. Tal vez esta misma semana veamos humo blanco y tengamos nuevo Papa.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos.

Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.