Por fin una luz en el camino, mis únicos y queridos lectores, porque no hay capillita que no se le llegue su fiestecita.
La reforma electoral que se está cocinando con los aliños y condimentos que la presidenta Claudia Sheinbaum le ha puesto, ya auspicia que las famosas candidaturas plurinominales -que son antitéticas a la democracia electoral- serán desterradas de la faz de la tierra en México.
Ante esta realidad contundente a la antidemocracia de Morena que extinguirá las curules plurinominales, el líder del PRI Hidalgo, Marco Mendoza, ha puesto el grito en el cielo y se encuentra impugnando su extinción a los cuatro vientos, argumentando la antidemocracia de Morena.
No te entumezcas tieso
La democracia representativa en México es un régimen diferido como en todas partes en el planeta donde existe este régimen político. En esta tesitura, los ciudadanos votan y eligen a un representante, condición que en la caja china que creó el PRI, denominada democracia, rompió todo esquema a través de las plurinominales que encubrieron sus tropelías y que en estos momentos de crisis de la derecha del PRIAN se han vuelto el salvavidas en el naufragio político al estilo del Titanic.
Hace algunos meses, en el festejo del onomástico del PRI, la senadora Carolina Viggiano apagaba las velitas del pastel, mientras Marco Mendoza vitoreaba la arenga de Viggiano Austria de que “había PRI para rato”. En esos momentos, Bernardo Arista con su clásico buen humor, aplaudía y coreaba a todo pulmón los vivas y la alegría se desbordaba en el elefante blanco del bulevar Colosio. Entre los festejos, las plurinominales eran el plato fuerte del tricolor, irónicamente, cuando algunos años atrás eran la botana.
En más de alguna ocasión, al interior del PRI Hidalgo, la disputa por las plurinominales llevó a quiebres políticos y causaron tensión, al grado que personeros en tiempo y espacio de los cuadros de cúpula fueron marginados del paraíso plurinominal y se tuvieron que conformar con puestos menores. Cabe decir que las pluris eran un paraíso porque exigen poco trabajo para aquellos que la conciencia política es sólo un maquillaje y, por ende, la representación ciudadana es pecata minuta, es decir, un pecado que no arroja penitencia.
Por ende, la nostalgia y defensa a ultranza que Marco Mendoza, líder del PRI Hidalgo, está realizando de las pluris, no es otra cosa que la defensa de sus posibilidades directas de escaños antidemocráticos.
Al estilo del Big Brother, las pluris -como paraíso político terrenal- son el refugio de una clase política del antiguo régimen que, difícilmente, salvo raras excepciones, llega a representar a la ciudadanía; por ende, nadie sabe quién es el hermano mayor.
En términos empíricos, las pluris, que se parecen a las poquianchis, porque se venden al mejor postor, son escaños ampliamente repudiados por la ciudadanía porque emulan a un cáncer político que, a todas luces, hay que extirpar, y que Morena y la reforma electoral que se encuentra cocinándose, habrán de exterminar de la ingeniería democrática en la nación.
Las plurinominales al hoyo y la democracia al gozo
Las plurinominales se irán al hoyo y la democracia habrá de fortalecerse con la reforma electoral.
La nostalgia en torno a las pluris del líder del PRI Hidalgo, Marco Mendoza, devela su postura antidemocrática y la defensa de un instrumento político antidemocrático que las fuerzas del antiguo régimen crearon para maquillar la escena política en ese México, donde el autoritarismo político era la espada de Damocles. Las plurinominales son un ejemplo claro de la mascarada política del antiguo régimen, que debe finalizar con el festín orgiástico que implica la antidemocracia en la nación.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.