Como “focos amarillos” calificó el gobernador Julio Menchaca Salazar a las zonas de Tula de Allende y Cuautepec de Hinojosa respecto al problema de tomas clandestinas de combustible, situación que ha generado enfrentamientos entre grupos delincuenciales que operan en Hidalgo.
En entrevista con medios de comunicación al término del evento de entrega de tabletas a alumnos de educación media superior, el titular del Ejecutivo estatal señaló que, con el paso del tiempo, en estas regiones se han asentado y fortalecido grupos delictivos; sin embargo, afirmó que como ahora nunca antes se han combatido.
Consideró que anteriormente existían complicidades que permitieron que las cosas no trascendieran a una situación mayor, como los enfrentamientos entre bandas, por lo que aseguró que durante lo que resta de su administración se continuará con la estrategia de seguridad para impedir que aumente la presencia de grupos criminales.
Lo anterior, al responder sobre el ataque armado ocurrido el fin de semana en un bar de Tula de Allende, en donde al menos 6 personas perdieron la vida y otras más resultaron lesionadas. Menchaca Salazar lamentó los hechos.
Indicó que la estrategia de seguridad no ha fracasado; por el contrario —dijo— se fortalecerá, aunque reconoció que los problemas actuales llevan muchos años, pero la vida de las personas está en riesgo y es ahí donde debe concentrarse toda la fuerza del Estado.
Añadió que esta problemática se presenta a lo largo del corredor por donde pasan los ductos de Pemex, ya que el robo de combustible detona otras actividades criminales.
Respecto a las presuntas “complicidades” de autoridades que permitieron el asentamiento de grupos delictivos en la región de Tula, señaló que se encuentran en investigación y que se están integrando las carpetas correspondientes para evitar caer en contradicciones.
