En 1954, el genial realizador japonés Akira Kurosawa filmó “Los siete samuráis”, considerada una de las mejores películas de todos los tiempos.
Seis años después el director norteamericano John Sturges decidió trasladar la historia al Viejo Oeste, logrando otro clásico que además contaba con la música de Elmer Bernstein y las actuaciones inolvidables de Yul Brynner y del recientemente fallecido Robert Vaughn.
El asunto resultó tan exitoso que mereció dos secuelas, ya no tan afortunadas.
La versión actual de “Los siete magníficos”, de Antoine Fuqua, el director de “Un día de entrenamiento” y “El rey Arturo”, ha puesto al día la historia con un reparto que semeja La Liga de las Naciones y que resulta políticamente correcto.
La historia va así: el ambicioso empresario Bartolomew Bogue (Peter Sarsgaard) se apodera de una población minera, asesinando a quien se le opone. La viuda de una de sus víctimas, Emma Cullen (Haley Bennett), reúne los pocos ahorros de los pobladores y contrata al pistolero Chisolm (Denzel Washington), que recluta al fugitivo Josh (Chris Pratt), al francés Robicheaux (Ethan Hawke), al bandolero mexicano Vásquez (Manuel García Rulfo), al lanza-cuchillos oriental Billy (Byung Hun Lee), al caza-osos Jack (Vincent D’Onofrio) y hasta a un piel roja (Martin Sansneir). Todos ellos se enfrentarán heroicamente al ejército de Bogue en una épica batalla.
Aunque no está a la altura de los dos clásicos que la inspiraron, Magnificent seven resulta un entretenido western que será mayormente disfrutado por quienes no conozcan las anteriores películas.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.