LA GUERRA DE LOS DIOSES, X

Salón Real

 

Huitzilopochtli reza.

 

HUITZILOPOCHTLI: Constelación “Águila-Serpiente”, siente nuestra búsqueda, siente nuestras intuiciones y ayúdanos a encontrarte, ayúdanos a encontrar nuestro destino, nuestro destino en tu corazón. Siente. Siéntenos. Siente y siéntenos, constelación “águila-serpiente”. Siente nuestra búsqueda en tu corazón.

 

Entra un guerrero con máscara de Tezcatlipoca, lo ataca con una cachiporra pero Huitzilopochtli lo esquiva y sujeta el mango; forcejean.

 

HUITZILOPOCHTLI: ¡Tezcatlipoca!

 

Huitzilopochtli deja de oponer fuerza y con la inercia de su contrincante lo derriba y lo somete en el suelo dejándolo inmóvil.

 

HUITZILOPOCHTLI: Tú no eres Tezcatlipoca. ¡Quién eres!

 

Huitzilopochtli le quita la máscara: es Azteca.

 

HUITZILOPOCHTLI: ¿Por qué?... ¿Por qué?... ¡Por qué!

 

AZTECA: Yo soy tu hija mayor. Yo era la coadjutora de tu gobierno. Yo debí ser la elegida.

HUITZILOPOCHTLI: No. No puede ser.

 

Entra Yappany le clava una lanza por la espalda.

 

HUITZILOPOCHTLI: ¡Agh!

 

Yappan sale.

 

HUITZILOPOCHTLI: Hija… Ayúdame.

CIHUACÓATL: (entra) ¡Ya cállate, anciano! (abraza a Azteca) ¿Ya ves lo que le pasa?

AZTECA: ¿Ya ves lo que te pasa?

CIHUACÓATL: Por no hacer lo que le dijiste.

AZTECA: ¡Por no hacer lo que te dije!

 

Huitzilopochtli muere: luces color azul rodean su cuerpo y se transforma en un hermoso Colibrí azul.

 

CIHUACÓATL: Mata ese maldito colibrí. ¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡¡Mátalo!!

 

Azteca intenta pegarle pero el colibrí huye y sale.

 

AZTECA: ¡Escapó! ¿Ahora qué vamos a hacer?

CIHUACÓATL: No importa. Ahora tú tienes el poder del Altepetl.

 

Azteca se pone el penacho de Tlatoani.

 

CIHUACÓATL: Siéntelo. Siente su poder y su peso. El poder es la palabra y sólo tú tienes la palabra. La palabra del poder, tu voluntad a través de la palabra. ¿Te gusta?

AZTECA: Me gusta.

 

Continúa XI