EN EL DESAMPARO. Crisis policial en Brasil deja cerca de 100 muertos

Redacción

 

 

La policía militar de la ciudad brasileña de Victoria se encuentra en huelga, lo que ha generado una crisis de violencia e inseguridad pública, lo cual ha ocasionado el fallecimiento de más de 100 personas. Además, para prevenir saqueos, los bancos, centros comerciales y servicios públicos cerraron sus puertas.

La situación en esta ciudad capital del estado de Espíritu Santo, situada al sudeste del país, es de caos desde que el sábado la policía encargada de garantizar el orden social en las calles entró en huelga, según relatan los propios ciudadanos.

Los vídeos y relatos publicados en redes sociales muestran una ciudad con algunas regiones sin ley, con comercios siendo saqueados por personas que -tras derrumbar las persianas metálicas- se llevan aires acondicionados, televisores y neveras.

El cierre de numerosos comercios por varios días en la ciudad –que prefieren no abrir por temor a asaltos– generó escasez de productos, mientras que algunas redes de supermercados que contrataron seguridad privada y abrieron sus puertas reportaron este jueves filas de cuatro horas para comprar alimentos.

El número de víctimas por asesinato asciende a 106 en apenas seis días, según la policía civil, que reporta que en días normales el promedio de asesinatos es de tres o cuatro.

Las redes de comerciantes denunciaron que las pérdidas por la interrupción de las ventas o por el saqueo de tiendas cerradas asciende a más de 200 millones de reales (65 millones de dólares), mientras el gobierno del estado trata de negociar –hasta el momento sin éxito- el fin de la huelga de la policía militar.

La policía militar reclama un aumento del salario del 65 por ciento hasta 2020 y el pago de complementos para volver a patrullar las calles, pero el gobierno de Espíritu Santo denuncia un “chantaje” por parte de las fuerzas de seguridad.

Este jueves está prevista una nueva ronda de negociaciones entre las partes, mientras las autoridades advierten que la policía militar tiene prohibido manifestarse por ley y, en consecuencia, podría emprender acciones judiciales contra los huelguistas.

Para tratar de controlar la situación de anarquía, el gobierno federal brasileño envió mil 200 efectivos a inicios de la semana, pero no se logró calmar la oleada de inseguridad en la calles, por lo que otros 600 elementos del Ejército y de la policía de otros estados llegarán en las próximas horas.