Tzonpantli
Mexica, inconsciente, acostada boca arriba. En un rincón, Quetzalcóatl amarrado y muy herido. Entra Coyolxauqui sujetando con facilidad el Xiuhcóatl.
COYOLXAUQUI: La cachiporra de mi hermano. (ríe) ¿Y creían que con esto me podrían vencer? ¡Imbéciles, idiotas y retrasados! Eso es lo que son los amigos de mi hermano, quien finalmente pagó por haber matado a Tezcatlipoca, mi único ser amado. (a Quetzalcóatl) ¡Y tú, falso profeta!, que decías que yo iba a morir desmembrada por Huitzilopochtli. Pero no sucedió lo que dijiste, viejo imbécil, viejo idiota y viejo inútil, no sucedió y jamás sucederá, ¿y sabes por qué? Porque no eres más que un falso profeta. Un simple y estúpido viejo que ya no sirve para nada.
QUETZALCOATL: El equilibrio…
COYOLXAUQUI: ¿Vas a repetir lo mismo de siempre?
QUETZALCOATL: El equilibrio… Siempre prevalece.
COYOLXAUQUI: Anciano necio.
QUETZALCOATL: Siempre prevalece… El equilibrio.
COYOLXAUQUI: Mejor observa.
Coyolxauqui toca el cuello de Mexica, quien se queja aún inconsciente.
COYOLXAUQUI: Le voy a cortar la cabeza. Así me vengo por completo de mi hermano y te sumerjo, nos sumerjo, de una vez y para siempre al eterno y profundo infierno. (alza la cachiporra) Muere, maldita… ¡Maldita niña!
Entra C-Jaguar: detiene la cachiporra.
COYOLXAUQUI: ¡Hijo! ¿Qué te pasa? ¡Por qué me haces esto!
C-JAGUAR: No puedo permitir que lleves a todos a la oscuridad eterna.
COYOLXAUQUI: Recuerda que eres hijo mío, eres hijo de la oscuridad. ¡Eres mi hijo!
C-JAGUAR: Perdóname, madre, pero no puedo permitir que nos destruyas a todos.
C-Jaguar le arrebata el Xiuhcóatl y con éste la golpea, Coyolxauqui cae al suelo. C-Jaguar desata a Quetzalcóatl.
C-JAGUAR: Salve a la princesa. Yo me encargo de mi madre.
Quetzalcóatl asiente. C-Jaguar encara a Coyolxauqui con el Xiuhcóatl.
COYOLXAUQUI: Ya no eres mi hijo, maldito. Maldito gato malagradecido… ¡Maldito!
Coyolxauqui, ágilmente, le corta una oreja a C-Jaguar.
C-JAGUAR: ¡Rrroar!
Quetzalcóatl pone su mano en la frente de Mexica y reza. Coyolxauqui lo nota y lanza una luz a Quetzalcóatl, quien cae de rodillas interrumpiendo su rezo. C-Jaguar ataca a Coyolxauqui y ella ágilmente evita los golpes. Quetzalcóatl se pone en pie, pone su mano en la frente y reza: Mexica mueve un poco la cabeza. C-Jaguar tira un golpe a Coyolxauqui y ella detiene el Xiuhcóatl, forcejean mirándose de frente.
COYOLXAUQUI: Te voy a decir la verdad, maldito engendro. ¡No eres mi hijo! Sólo eres un maldito monstruo que encontré en los infiernos.
C-Jaguar cabizbajo y vulnerable. Coyolxauqui ríe. Quetzalcóatl termina de rezar. Mexica levanta la cabeza.
COYOLXAUQUI: ¡Malditos!
Coyolxauqui golpea las piernas de C-Jaguar con la cachiporra que ambos sujetan.
C-JAGUAR: ¡Agh!
C-Jaguar en el suelo inmóvil y Coyolxauqui le da un cachiporrazo que lo mata. Mexica levanta su torso. Coyolxauqui le lanza una luz pero Quetzalcóatl se atraviesa: queda inmóvil cubierto por la luz y, luego de unos segundos, se desintegra.
QUETZALCÓATL (Off): El equilibrio, siempre prevalece.
Mexica mira fijamente a Coyolxauqui, quien sujeta la cachiporra amenazante.
COYOLXAUQUI: ¿Ya ves lo que les pasa? Ahora es tu turno, maldita. (la ataca) ¡Perra maldita!
Mexica la esquiva y, sagazmente, la desarma; se queda con el Xiuhcóatl.
COYOLXAUQUI: (ríe) No importa. No necesito armas.
Coyolxauqui lanza una luz y Mexica se cubre con la cachiporra; pero la luz es potente y Mexica cae al suelo. Coyolxauqui le lanza otra luz, Mexica se protege con la cachiporra pero esta le quema las manos y la tiene que soltar. Coyolxauqui lanza otro haz de luz, Mexica lo recibe directamente y cae al suelo.
COYOLXAUQUI: Esta vez no tienes escapatoria.
Coyolxauqui le va a lanzar otro haz de luz pero, entra volando el colibrí azul y vuela frente a ella distrayéndola.
COYOLXAUQUI: ¿Qué? Maldito pájaro.
Coyolxauqui lanza luces al colibrí pero no le atina.
COYOLXAUQUI: ¡Muere! Muere, maldito. ¡Maldito mensajero de la luz!
Coyolxauqui atina al colibrí y cae herido. El ave se retuerce intentando volar.
COYOLXAUQUI: Maldito colibrí.
Coyolxauqui pisa al colibrí aplastándolo. Mexica se pone de pie y la encara con la cachiporra en la mano.
COYOLXAUQUI: ¡Anda! ¡Tira tu mejor golpe!
Mexica corta el aire con la cachiporra dejando un haz de luz azul. La luz se extingue y Coyolxauqui sigue de pie.
COYOLXAUQUI: ¿Ya viste? No me hiciste nada.
Mexica deja caer la cachiporra y Coyolxauqui cae al suelo desmembrada. Mexica carga al Colibrí y lo acaricia, lo besa, le da aliento cálido. El ave se recupera y, poco a poco, vuela y sale. Todo se oscurece.
MEXICA: Es demasiado tarde. Ya estamos dentro del hoyo negro.
HUITZILOPOCHTLI (Off): Nunca es tarde cuando salvas a tu pueblo.
MEXICA: ¡¿Papá!?
HUITZILOPOCHTLI (Off): Mexica.
Continúa XXVIII

Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".