Hoy tomó protesta como dirigente del CDE PRI Hidalgo Leoncio Pineda Godos, quien es un hombre cercano y de toda la confianza del gobernador y del secretario de Políticas Públicas, lo cual es símbolo de una presencia real y efectiva en los espacios públicos del grupo que encabeza el gobierno estatal.
Este acontecimiento incide en el reacomodo de fuerzas del escenario político estatal y es un importante espacio tomado por el grupo Fayad que imprimirá su singular estilo de trabajo en el bulevar Colosio, pero también implica una enorme responsabilidad para Leoncio Pineda.
Casualmente la noticia del sello político del gobernador en el partido más fuerte del estado se vio diezmado por altercados clasificados en la nota roja que tuvieron lugar en diferentes municipios de la entidad. Entre los más sobresalientes encontramos el asalto a un cajero automático en el municipio de Emiliano Zapata, el cual dejó dos policías muertos y uno más herido; el asalto a un hombre en la gasolinera ubicada en la colonia San Javier, donde fue despojado de más de 50 mil pesos en efectivo; la detención de extranjeros por parte de oriundos de Huasca, que ante la creciente inseguridad decidieron retenerlos por considerarlos sospechosos; el incremento de asaltos a casas habitación en los municipios de Huasca, Atotonilco el Grande y Acatlán; mientras en Tulancingo se suscitó un incidente donde una persona perdió la vida a “machetazos”.
Así es, querido lector, seguimos hablando de Hidalgo, que hasta el año pasado estaba clasificado como el estado más seguro del país y era promocionado como un lugar ideal para vacacionar y para vivir. Lógicamente el temor a la inseguridad genera animadversión de la población hacia las acciones de gobierno, su centralización de tema común en la vida cotidiana y eventualmente, un voto de castigo.
Sin embargo, lo hemos dicho en varias ocasiones, existe una hipótesis que apuntala a algunos grupos políticos resentidos como los encargados de financiar hordas de delincuentes que generan una crisis de seguridad en el estado con la finalidad de bloquear el crecimiento político de figuras emergentes, empleando como estrategia principal el bloqueo mediático de cualquier logro gubernamental, como quien dice, “enterrar la noticia”.
Esto se ha visto ya en diversas ocasiones, como cuando se anunció sorpresivamente que la cantidad de adeudo generado por el gobierno anterior triplicaba el informado públicamente, momento en que inició la guerra fría de fuego amigo.
Hace un par de días el anuncio de que la Cumbre Hemisférica de Alcaldes se llevará a cabo en tierras hidalguenses fue opacado por un asalto a mano armada en la plaza comercial más concurrida en la capital, sólo a unas horas de darse a conocer la noticia.
Es así como gradualmente se van mostrando las alineaciones políticas que tienen como finalidad diezmar el trabajo del equipo del gobernador, motivo por el cual Leoncio Pineda no podría ser la excepción y seguramente después de su formal toma de protesta sucederán mayores incidentes.
Este año se ha caracterizado por la obstaculización constante al trabajo del gobernador Omar Fayad Meneses, quien a tan poco tiempo de su llegada ha dado resultados indiscutibles, no podemos olvidar que fue elegido candidato por su alta preferencia entre la ciudadanía, medida a partir de las encuestas que continúan colocándolo con buenos números, lo que hace que tenga todos los elementos para lograr un buen gobierno sin requerir de “apoyitos”.
