Frente al abandono del libre comercio por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la vuelta al proteccionismo comercial, este martes concluyó la 9ª Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Xiamen, China, donde el presidente Xi Jinping abogó por el libre comercio y una economía global más abierta.
El grupo de los BRICS se formó originalmente con Brasil, Rusia, India y China en 2006, en 2010 se unió Sudáfrica, y ahora China ha propuesto la creación del grupo de los BRICS Plus, invitando a líderes de otros países en vías de desarrollo como Egipto, México, Tailandia, Tayikistán y Guinea a la Cumbre.
Jinping ha tomado el liderazgo y la defensa del libre comercio, y ha dicho que los BRICS deben reforzar la coordinación de sus políticas macro, crear sinergias entre sus estrategias de desarrollo y profundizar en la cooperación en áreas como el comercio y las finanzas a partir del principio de cooperación de beneficio mutuo; a la vez, señaló que los países emergentes y los países en desarrollo serán el principal motor para impulsar el crecimiento mundial, pese a que hoy enfrentan una situación externa adversa.
Además, señaló que los líderes que asistieron al diálogo coinciden en que los mercados emergentes y los países en vías de desarrollo, que gozan de un buen impulso de crecimiento, están bien posicionados para desempeñar un papel más importante en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la mejora de la gobernanza económica mundial, y precisó que juntos pueden optar por un camino sostenible de desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido, para inyectar más energía al crecimiento global y la prosperidad compartida.
Según el mandatario chino, los mercados emergentes y los países en desarrollo deben fortalecer la solidaridad y cooperación, a fin de aprovechar conjuntamente la oportunidad histórica que representa el ajuste de la estructura económica mundial.
Asimismo, destacó que sólo un año de trabajo “nos ha permitido hacer progresos en la construcción de un gran mercado para el comercio y la inversión, promover un flujo fluido de divisas y financiación y en conseguir la conexión de infraestructuras”, como un ejemplo de lo que se puede hacer cuando se unen esfuerzos.
China prometió aportar 500 millones de dólares en ayuda a los países en desarrollo, a fin de que puedan hacer frente a los desafíos del hambre, la crisis de refugiados, el cambio climático y la salud pública; a la vez que aseguró que inyectaría 80 millones de dólares para fortalecer los lazos de grupo de los BRICS, en una coyuntura donde los riesgos económicos están a la baja y la incertidumbre en aumento, las negociaciones comerciales multinacionales se enfrentan a reveses, la aplicación del Acuerdo de París se enfrenta a dificultades.
En un mensaje dirigido a México, que renegocia ahora el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Jinping dijo que es necesario construir una economía abierta y oponerse al proteccionismo comercial, reequilibrar la globalización para hacerla más sostenible.
“Debemos hacer esfuerzos para aumentar la presencia y la voz de los mercados emergentes y los países en desarrollo en la gobernanza económica mundial, para promover un orden económico global más justos y razonables”, precisó.
Por ahora, con la Cumbre de los BRICS plus, el presidente Xi Jinping cierra su participación en los eventos internacionales y se prepara para participar en el Congreso del Partido Comunista Chino (PCCH) en octubre próximo, el cual podría ratificar su liderazgo actual al frente de la modernización de China y la defensa del libre comercio, a pesar de las críticas de sus socios comerciales por no esforzarse para facilitar más el acceso a sus mercados de los inversionistas extranjeros.
Bajo una nueva geopolítica que parece estar en proceso de rediseño, donde Estados Unidos parece tomar distancia de sus socios europeos y estar dispuesto a encerrarse detrás de su muralla en construcción, los países de América Latina tienen la posibilidad de recuperar su independencia frente al país del norte, para emprender el camino del fortalecimiento de sus relaciones económicas y políticas con China y Rusia, al margen de las disputas estadounidenses con esos dos países, en un gesto estratégico de soberanía, en particular México.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.