Aunque muchos abrigan la esperanza de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, olvide sus promesas de campaña, en realidad él está interesado en llevarlas hasta las últimas consecuencias. Quizá por esa razón, la cuarta ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que iniciará este 11 de octubre en Washington, sea sólo una simulación para buscar culpables del fin del documento, al igual que la propuesta de que sean los legisladores quienes actualicen el tratamiento a los dreamers.
Los legisladores demócratas acaban de denunciar las propuestas de Trump sobre el destino de los jóvenes soñadores. Hace unas semanas todo parecía posible y las esperanzas de un acuerdo a favor de ellos era prácticamente cuestión de tiempo; sin embargo, el domingo pasado la Casa Blanca presentó una lista de prioridades donde se ponía en perspectiva un compromiso sobre su destino.
El documento enviado al Congreso por la administración Trump establecía las condiciones para la reforma migratoria, los mecanismos para el financiamiento del muro fronterizo con México, los procedimientos para el envío de los menores que lleguen a la frontera, así como la propuesta de contratación de 10 mil personas para el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
Pero no sólo eso, en el documento también se propone una reforma del sistema de permisos para residentes permanentes relacionado con la famosa “tarjeta verde”, para que pase a ser sustentado por un sistema de puntos; esto eliminaría unas 50 mil tarjetas otorgadas cada año al azar entre millones de solicitantes. La reforma de Trump se sustenta en la idea de que “la reforma migratoria debe crear más empleos, mayores salarios y más seguridad para los estadounidenses”, según una carta enviada al Congreso.
Ahora la surte parece estar echada. Los congresistas de ambos partidos deberán discutir y llegar a un acuerdo en los próximos meses sobre la situación de los indocumentados que protegía el programa DACA del expresidente Barack Obama, el cual le proporcionó documentos temporales a más de 690 mil dreamers que inmigraron ilegalmente a Estados Unidos antes de cumplir 16 años, programa suspendido por seis meses por Trump, a fin de obligar a los congresistas a ponerse de acuerdo y legislar.
El actual mandatario y los republicanos quieren regularizar a esos jóvenes a cambio de que la minoría demócrata en el Senado apruebe los recursos para comprar vehículos, naves aéreas no tripuladas, sensores y otros equipos para asegurar la frontera sur. Sin embargo, los líderes demócratas en el Senado y en la Cámara de representantes, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, han rechazado la propuesta de Trump calificándola de poco seria, pues incluye temas sobre los cuales los demócratas se oponen diametralmente, como la construcción del muro fronterizo.
Los miles de dreamers, muchos de ellos llegados a Estados Unidos desde México, están totalmente integrados en la sociedad estadounidense y no conocen otro país que ese, al cual consideran su patria; echarlos de su casa podría provocar más problemas que los que ya tiene una sociedad desigual que cada día parece más dividida, donde los empresarios se oponen a la cancelación del TLCAN y los demócratas a la construcción del muro fronterizo y a la expatriación de los dreamers.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
